Texto por: Miguel Ramírez
Fotos por: Miguel González
El Guanamor Teatro Studio se encontraba sumido en la soledad alrededor de las ocho de la noche. Algunos fanáticos empedernidos esperaban pacientemente junto a la valla, mientras la música indie resonaba en las bocinas. El telonero hizo su entrada puntual a las 8:30 pm, creando una atmósfera única en el teatro.
A las 9:30 pm, tal como estaba programado, Roosevelt apareció en escena acompañado por dos músicos más: un baterista y un multiinstrumentista que dominaba sintetizadores y cuerdas. Las luces sobre el escenario, con sus colores morados, azules y un humo envolvente, ofrecieron un espectáculo alucinante.
La velada comenzó con «Ordinary Love», «Moving On» y «Rising», haciendo que el público, en su mayoría hombres de mediana edad entre 27 y 40 años, cantara a pleno pulmón. En términos de la fanaticada, se dividía en dos grupos: aquellos que tenían poco conocimiento de Roosevelt y, nuestros favoritos, los seguidores del artista desde sus inicios en 2013.
Las luces, el sonido y el escenario ofrecieron un esplendor inusual para el Guanamor. Como siempre, el lugar mantuvo su hospitalidad característica, con alimentos y bebidas a precios razonables, y un equipo de trabajo que demostró su excelencia. Sin duda, «Echoes» cuenta con un equipo excepcional.
El recinto mostraba una ocupación media en la parte trasera y una ligera aglomeración en la parte delantera. Aunque persiste el problema de anunciar cerveza Minerva sin tenerla, no faltaron la cerveza y los antojitos. El sonido estaba espectacular, la voz de Roosevelt sonaba nítida y sus músicos tocaban excepcionalmente.
Roosevelt se entregó a su público, interpretando canción tras canción, desde las más clásicas para sus fanáticos más antiguos hasta las más recientes. El público no dejó de bailar, y el ambiente fomentó los movimientos lentos, abrazados o no, pero siempre en pareja. A pesar de tratarse de un concierto de este estilo, las parejas en el recinto eran menos de las esperadas.
Al agradecer a su público, Roosevelt fue ovacionado con gritos entusiastas. Las luces se apagaron, los músicos abandonaron el escenario, pero regresaron rápidamente para un encore compuesto por «Forever Moves» y «Night Moves». El público enloqueció y quedó con ganas de más, dejando un eco de emociones inolvidables en el aire del Guanamor Teatro Studio.
Coméntanos y califica abajo.
¿Qué te pareció la presentación de Roosevelt en el Guanamor Teatro Studio?
- Roosevelt entrelazó melodías nuevas y clásicos atemporales en su actuación.
- El staff.
- El espectáculo comenzó desde temprano, creando una experiencia envolvente desde el inicio.
- No había cerveza Minerva.
- No estaba ni cerca de estar lleno.