Texto: Yvone Garduño
Foto: Diego Reyes
El día sábado fue un día muy activo en cuanto a la música en nuestra ciudad, muchos conciertos por elegir; que si el Revolution Fest o que si el anual Festival de la Música en Chapultepec, pero un muy selecto grupo de personas, si lo leyeron bien, un muy selecto grupo de personas tuvimos la opción de ir a ver a una de las bandas que han enamorado y embelesado a los tapatíos desde hace bastantes años atrás.
Se llegó el día, la hora y el momento de ver a Travis; a las afueras del recinto las filas escuálidas de los asistentes poco a poco se iban formando para poder ingresar tranquilamente a la terraza del Teatro Estudio Cavaret para poder tomarse una foto, una chela y hasta ver la mercancía que la banda ofrecía que iban desde un poster autografiado por la banda hasta unas lindas bolsitas de mandado.
Al pasar entre los asistentes se podía escuchar el “Chale pues no se llenó” y “Pues a mí me regalaron el boleto y como no conseguí para el Revolution pues aquí estoy, a ver qué tal los Travis”.
Ya dentro del recinto y en punto de las 21:00 horas Travis hace su primera aparición ante el efervescente público tapatío que desde un principio no pararon de gritar y cantar , por más de dos horas cada uno de los éxitos de la banda.
Un tipo encantador y atractivo son dos palabras que definen a la perfección a Francis Healy, que desde que se subió al escenario contagiaba de energía tanto a sus compañeros como al público. La primera canción de la noche que desato la locura fue “Everything at once”, “Sing” y la ya clásica “Selfish Jean”.
Los momentos más representativos de la noche fueron cuando Francis Healy señaló a varios pequeños del público y Francis quedó muy sorprendido de ver a tantos pequeños fans entre el público que se dio la libertad para dedicarles Eyes
“Está canción quiero dedicársela a ustedes ya que el momento más feliz de mi vida ha sido cuando nacieron mis hijos” “El día de hoy prométanme que irán y van a tener hijos, muchos muchos hijos”.
Mientras el concierto seguía Francis contaba entre canción tras canción sus anécdotas, su pasado y su presente, logrando un auténtico lazo entre la banda escocesa y el público tapatío.
El segundo momento fue cuando Healy al parecer se le subió un poco la temperatura, y saltó hacia el público, buscando pasar entre los asistentes para poder posicionarse en medio del escenario e interpretar en hombros de un afortunado fanático “Where you stand”.
“Nunca he visto a mi banda en vivo y nunca he experimentado verlos en vivo, desde el público”.
Por más de dos horas pudimos disfrutar y sentir la radiante energía que la banda escocesa emanaba desde el escenario, después de dos breves encore la banda finalizó con “Flowers in the windows”, “Magnificent time”, “Why does it always rain on me?” y para cerrar e irnos supera gusto a nuestras casitas “Happy” que logró dibujar una enorme sonrisa a todos los afortunados que acompañaron a Travis esa noche.
Coméntanos y califica abajo ¿Que fue lo que más te gustó el concierto de Travis?
- Los tapatíos que no dejaron abajo a Travis por asistir a otro concierto.
- La buena vibra de Travis.
- Queríamos otra hora más de concierto 🙁
- La salida desorganizada del estacionamiento del venue.