Por Andres Solis.
El recurso mágico, fantástico y romántico es algo que ha caracterizado a Fármacos desde su gestación en la intranquila mente de Diego Ridolfi, un joven que se ha visto inmerso en el mundo musical desde su formación académica: «El inicio del proyecto se retoma a cuando recién entro a estudiar música finalizando la década del 2010, ahí me encontré con muchos artistas y géneros que no había escuchado ambientes, el post-rock y el ambient más específicamente. Con esas primeras influencias, ya hacía mis primeras canciones; tocaba en eventos de la misma universidad y me la pasaba muy bien«.
Completando la trilogía
Más de diez años han pasado ya desde la formación del proyecto, uno que ha sabido mantenerse a flote dentro de la camada de artistas chilenos contemporáneos, con un sonido jovial, fresco y romántico con un dream-pop exquisito. Gracias a la pandemia, Ridolfi, bajo sus palabras, pudo darse el privilegio de encerrarse a grabar su próximo álbum, viéndole el lado bueno a la tempestad: «He estado terminando el próximo disco, y por suerte, como llevamos un año de pandemia, el proceso de trabajar el disco fue más intenso, pero más enfocado en él. El disco me ha salvado de la pandemia, me lo tomé como un distractor de algo tan terrible como lo que sucede actualmente, para poner la energía en algún lugar«
Para este próximo trabajo, el tercero lanzado de manera oficial, el formato será diferente al de un álbum convencional: «Fungirá como una suerte de playlist. Los discos suelen tener un cierto hilo conductor, este disco para mí no sigue esa secuencia. O sea, los singles que ya han aparecido son muy diferentes uno de otro. Para abordarlo de mejor manera dejémoslo en música alternativa, pero de manera más expansiva«. En cuanto a lo argumental, Diego comentó que el mensaje a dar es directo, sin rodeos: «Son letras muy directas todo el tiempo, no hay mucha metáfora. Es como si yo le estuviese escribiendo un mensaje a alguien«.
El carácter rebelde y contestario de la música chilena en torno al ambiente sociopolítico
Durante décadas, Chile se ha visto inmerso en distintos regímenes políticos, mismos que han atentado directamente contra la libertad en general de todo el pueblo chileno, pues el país ha ido de dictadura en dictadura, resultando en uno de los países más conflictuados de la región hispana.
El recurso artístico siempre ha sido importante para la revolución. Bien dicen por allí “sin sangre no hay arte”. No obstante, así como el arte puede mostrar sentimientos o pensamientos propios, también es un excelente medio para representar acontecimientos o movimientos de índole social. En Chile, durante la época de la represión, hubo una oleada de artistas musicales de corte contestatario, entre los más populares podemos hablar de Los Tres o Los Prisioneros, una tendencia que se expandió durante décadas: “Hubo un tiempo donde mataban mucha gente, violaban mucha gente. Creo que esos años siempre serán los más oscuros y crueles de Chile, y que personas como Los Prisioneros se atrevieran a cantar en contra del mismo régimen tenía un valor muchísimo más grande. Hacer música donde todo un país era de derecha era difícil”, comentó Diego.
Queda claro que las cosas en Chile han cambiado, para bien, sin embargo, la cuestión sigue siendo la misma, la violencia sigue allí, y el hermetismo del gobierno chileno resulta intrigante ante el ojo extranjero: “Lamentablemente la cosa sigue dura, aquí afuera de mi casa la gente sigue disparando, siguen asesinando personas, siguen violando personas. Vivir acá es muy miserable, aunque no lo parezca, aquí se esconde muy bien la pobreza hacia fuera”.
“Después del golpe de estado en los noventa, toda la industria musical se paró, mucho tiempo. Costaba tocar, costaba promocionar discos. Imagínate a alguien queriendo promocionar un single mientras mataban gente fuera de mi casa”, argumenta Diego.
En torno al tópico, pregunté acerca de su experiencia personal bajo el contexto de las dictaduras, a lo que agregó “mi proyecto siempre ha estado de lado en cuanto a cuestiones sociales, mis canciones no hablan directamente de esto. Sin embargo, hay que ser conscientes con el ambiente alrededor de uno. He convivido con infinidad de músicos chilenos de distintas generaciones, y todos compartimos y recordamos con tristeza y enojo aquellos años. Algunos ni siquiera tocamos canciones con corte revolucionario, pero creo que todos nos vimos marcados por esos acontecimientos”.
“Lo que creo que pudo haber ocasionado toda la ola de violencia en Chile en la música fue la rebeldía y libertad”, afirma Diego, “porque si te percatas acá en Chile tenemos un montón de proyectos experimentales, así como en su momento, los hubo de rock, rock and roll, punk y metal. Esto es algo bueno que puedo sacar de algo tan horrible como la represión de mi país”.
La libertad y la rebeldía sirvieron y sirven actualmente para definir la música chilena, pues se hacen infinidad de géneros actualmente, donde la libertad mental y creativa salen a relucir. Diego es parte de una gran camada de artistas chilenos que, aunque no aborden directamente temas sociales en sus canciones, el sentimiento protestante y rebelde está presente de alguna manera.
La pasión con México: El honor de estar en el Marvin
«Para mí México es muy especial, por lo musical y por el cariño al país y su gente«, menciona Diego, pues su conexión con nuestro país y cultura se ha visto marcada por una entrega mutua entre músico y oyente, por lo que pertenecer al Marvin le genera muchísima emoción: «Esta invitación es gigantesca para mí. Sé lo importante que es Marvin para la música mexicana, así que estamos preparándonos muy bien, será un show pequeñito. No hemos ensayado desde hace meses, así que este formato de showcase será un poquito más como reversiones íntimas. Empieza a sonar al Fármacos que me gusta, con esas sábanas sonoras detrás«.
«Voy a tocar las canciones que más les gusta al público de México, ojalá que queden muy contentos. Van a estar también canciones del nuevo disco«, nos adelantó Diego. «Justo ahorita hablándolo contigo me puse a pensar en ello y me puse ansioso, porque estoy con la cabeza en el disco y todavía no comienzo el primer ensayo«.
El cariño de Diego por Fármacos es inmenso; representa bastante para él, son sus pensamientos, vivencias, añoranzas y más grandes anhelos: «Fármacos es música que busca hacerle honor a la palabra, no del lado tan químico. Un fármaco es algo que te hace bien, una cura, una liberación. Eso es lo que me esfuerzo por hacer. Fármacos es lo mejor de mi vida«.
No te pierdas su próximo showcase durante el Festival Marvin Gateway los próximos 12, 13 y 14 de mayo. Recuerda que todo es gratuito a través del canal de Twitch del festival.