Por: Gumaro Quezada. / Ever González.
Fotos: Rodrigo Cerda.
Miles de pies hinchados fungieron como testigos del maratónico Revolution Fest Corona 2014.
Cruzando el meridiano de las 12 del día los escenarios del Revolution iniciaron su propia competencia por atraer a los asistentes que a esa hora apenas iniciaban un largo e incesante peregrinar de niños, jóvenes y adultos.
El ingreso no había sido sencillo, las principales quejas del público apuntan al largo recorrido de ingreso que los llevó a rodear prácticamente todo el recinto, además de pasar 2 duros filtros en el que se les prohibió el ingreso de mochilas y bolsas lo que provocó numerosos reclamos y frustración entre los asistentes.
Una vez dentro el mal sabor de boca y el calor fueron diluidos por agua y cerveza, la lluvia que había aparecido en varias zonas de la ciudad en los días previos decidió poner de su parte y respetar la festividad.
Con una buena distribución de los escenarios las tribus urbanas se confundían en los ríos de gente en su andar de un punto a otro.
Los más jóvenes y aventureros hacían caso omiso del desgaste y corrían de un escenario a otro en su misión de no parar la celebración, otros optaron por hacer una selección de bandas y aprovechar los huecos entre ellas para recargar energía.
Algunos otros a través de los medios oficiales, en su mayoría adultos, seguían puntualmente lo que acontecía en el lugar calculando la mejor hora para llegar sin perderse a su banda favorita.
La asistencia de aproximadamente 12,000 personas echó por la borda las especulaciones que en la larga promoción del festival los acompañaron, un día antes los puntos de venta anunciaron oficialmente que habían terminado con el boletaje y el día del evento las taquillas se vieron en problemas para solventar la demanda de los que dejaron la compra para última hora.
En el transcurso de las más de 12 horas de actividad los escenarios no solo fueron receptores de las emociones del público, sobre ellos la transpiración de sudor era acompañada por los sentimientos propios de los músicos, en un primer plano estaban las bandas que vivieron su primera participación en el evento como una de las más importantes de su trayectoria, sin duda para todas ellas poco importaron las penurias sufridas ya que brindaron lo mejor de sí.
Por otra parte se observó a una gran cantidad de bandas locales y foráneas que vieron la invitación al festival como un reconocimiento a su esfuerzo y la oportunidad de reencontrarse con un exigente pero amable público rockero como es el tapatío.
Entre las nacionales vale la pena destacar de los oriundos de Atizapán, Estado de México, Sekta Core llegó al Revolution Stage a pocas semanas de haber alcanzado sus primeros 20 años de trayectoria. A pesar de la limitante del tiempo (característica de estos eventos masivos en los que la oferta músical llega a ser incluso excesiva), los padres del ska core mexicano salieron al escenario con la firme convicción de agradecer al público el gran apoyo recibido.
Temas como «Menos Yo«, «Delfino«, «La Canción de la Muerte«, «Se Te Cayó el Dick«, «Ruperta«, «El Fantasma de la Rana«, entre otras, fueron celebrados con un frenético slam y efusivos coros demostrando que la Sekta posee uno de los públicos más fieles de la escena del país.
El mismo Revolution Stage viviría un par de horas después de Sekta Core el que sería para muchos uno de los mejores momentos del evento, sobre el escenario Fear Factory se dejó querer por el público local y foráneo que desde varios minutos antes había custodiado su lugar para tener la mejor vista del templete.
Por su parte los angelinos igualmente se mostraron cálidos con Burton aprovechando las pausas entre canciones para interactuar con el público tanto en inglés como en español.
En numerosas ocasiones los aplausos que coronaban el término de temas como «Demanufacture«, «Shock«, «Replica«, «Archetype«, fueron acompañados de gritos en coro para el Mexicano-Estadounidense Dino Cazares quien ya cuenta con una gran cantidad de amigos y seguidores gracias a sus proyectos musicales alternos con los que previamente había pisado el país.
Para finalizar esta edición, en el escenario Corona Main Stage se presentaron los originarios de San Diego, P.O.D con su nü metal; iniciando su set con «Murdered Love«, «Lost In Forever», «Boom«, creando que la audiencia colapsara durante toda la presentación de la banda.
A la presentación se sumaron temas como “Babylon The Murderer”, “Without Jah, Nothin’”, “Roots In The Stereo”, “Youth Of The Nation”, “Beautiful” y “Bullet The Blue Sky” con las que la intensidad del público subió e incluso provocó un gran slam se desatara.
El gran momento de la noche ocurrió cuando “Alive” se hizo presente, que hizo que toda la audiencia coreara a todo pulmón el coro del tema ‘I feel so alive’ reviviendo viejos recuerdos entre los asistentes.
“Panic & Run” fue uno de los temas que marcaron la recta final e indicó el preámbulo del encore, el cual estuvo compuesto por “On Fire”, “Higher” y“Satellite”, mismo con el que finalizó la noche.