Texto: Edson Wong y César Ruiz.
Fotos: Christhian Ferenc y Orlando González.
Se llegó la fecha, nuevamente el mes de octubre en Guadalajara fue el elegido para celebrar una edición más del festival Coordenada, repitiendo recinto en el Parque Trasloma. Es apenas el segundo año en que el cartel se divide en dos días, en los cuales, numerosas bandas llegaron para llenar de música y baile a los asistentes de los 4 escenarios del festival, dos principales y dos alternos.
Viernes 19 de octubre
En punto de las 3 de la tarde, algunas de las bandas que estuvieron abriendo los escenarios fueron: Marcela Viejo, Lost Acapulco, Lng/SHT, Camilo Séptimo, Serbia, CHDKF y Aterciopelados, por mencionar algunas. Presentaciones que transcurrieron sin mayores problemas y amenas para el número de asistentes, dato que seguiría creciendo a lo largo de la tarde.
En el primer día del Coordenada 2018 el cielo se notaba nublado, por momentos comenzó a caer una llovizna y parecía que nada favorecía. Todo fue un mal presentimiento, no pasó de eso y el Coordenada fluyó de manera natural. La primera impresión que nos dio al pisar el Parque Trasloma fue que esta mejor estructurado a años anteriores: menos polvo, menos gente intentando cruzar por las «montañitas», menos gente aglomerada y haciendo largas filas gracias al sistema cashless. Sin duda alguna, es el festival cuya experiencia es única y casi inigualable.
Nos acercamos al escenario Tecate Original para disfrutar de la primera banda de la tarde (para mí), Enjambre. Los de Zacatecas nos ofrecieron un set en su mayoría con canciones de antaño que todos conocen, sin duda alguna, saben que su fuerte son las presentaciones en festivales y lograron encender los ánimos de los que iban llegando. Seguido a ello, comenzamos el tour por el Trasloma y notamos que cada vez son más las marcas que buscan estar en esa parte de las activaciones, algo que también se agradece, pues hay cosas muy interesantes. Otro aspecto que se destaca, y muchísimo, son las áreas verdes naturales y artificiales, y es que en los lugares donde había tierra o cemento se puso una alfombra tipo pasto; fue muy benéfico para nuestros pies.
Un acto que nos gustaría destacar fue la presentación y debut en Guadalajara de St. Vincent, proyecto de la multiinstrumentista estadounidense Anne Erin Clark, quien atrajo la atención de cerca de 8 mil espectadores; presentándoles parte de su nueva producción, Masseduction. Enseguida, en otro escenario principal, el argentino Vicentico, que trajo gratos recuerdos con algunos temas de Los Fabulosos Cadillacs.
Después de todo esto, nos tocó ver a Fobia. La presentación fue de alguna manera decente, con éxitos de toda la vida como “Veneno Vil”, “El Diablo”, “Hoy Tengo Miedo”, “Microbito” y “Vivo”, los que fueron suficientes para salir satisfechos. Esperemos verlos de nuevo. Otra banda que tuvimos un poquito de tiempo para disfrutar fue Miranda, cuya energía es bastante buena y en el público pudimos ver desde metaleros, hasta niños, todos esperando “Don (La Guitarra de Lolo)”, para grabar ese momento. Sin duda alguna, las redes sociales volvieron a impulsar a esta banda, sobre todo su canción «Don«, y en vivo se notó.
Por último, vimos a Zoé con un set que poco ha cambiado desde hace un año, cuando nos tocó verlos en otro festival (Revolution Fest), y sólo se agregaron dos o tres canciones del nuevo disco. Un setlist muy similar, al igual que su show en vivo. Ante la cancelación de Deadmau5, el cierre del día le tocó a Mi Banda El Mexicano, fue cuando el Coordenada pasó a modo «fiesta de pueblo», y no en el mal sentido de la palabra, pues se le veía a todos bailando y taconeando solos o acompañados. Algunas personas haciendo el famoso círculo de baile o la famosa víbora de la mar, como si aquello fueran las fiestas patronales. Canciones como “La bota”, “Ramito de violetas”, “Mary la orgullosa” y “Feliz, feliz” hicieron un cierre bastante raro pero muy divertido. Un primer día de Coordenada que nos llenó de baile y éxitos de antaño.
Sábado 20 de octubre
La jornada del sábado comenzaría con el show de Lanza Internacional, banda compuesta por ex integrantes de Los Bunkers, pero en una onda más bailable. Le seguiría la agrupación argentina El Mató A Un Policía Motorizado, quienes a mi parecer, hacen un noise pop muy similar al de Magic Numbers, banda inglesa que se presentó el día anterior. Curiosamente, ambos vocalistas comparten no sólo sonido, también notables rasgos físicos.
Coincidencias aparte, una tarde parcialmente nublada dio paso al reggae de alta manufactura de Los Cafres, quienes entregaron clásicos como “Es la música” o “El angel”, rápidamente el aire se impregno de aromas herbales y de tonalidades color ámbar en manos de los asistentes para cuando sonaron sus éxitos “Aire” y “Tus ojos”. Con una puntualidad remarcable, daba inicio el show de los regios Jumbo en otro de los escenarios principales. Fueron ellos quienes convocaron a una buena parte del público “chavoruco”, quienes se dejaron llevar por la nostalgia coreando temas como “Siento que” y “Fotografía”, para cerrar con “Rockstar”, una rola que sigue tan vigente como el día que la grabaron.
Si fuiste de los que hicieron el traslado por la ruta correcta entre escenarios, justo en el medio se podía apreciar la presentación de Heavysaurios, que hicieron honor a su nombre en el sentido más literal posible. Cuando el sol se empezaba a ocultar, la avanzada española se hizo sentir, representada por las audaces rimas del zaragozano Kase. O y por el indie rock de Love of Lesbian, quienes se han hecho de una fiel base de fans en tierras mexicanas. De su set, fueron “John Boy” y “Planeador” las más ovacionadas. Mientras tanto, los mexicanos hacían lo suyo, Rey Pila lucia sus influencias electro y new wave en “Alexander”; algo familiar tiene “Surveillance Camera”, que hizo mover los pies a la gran mayoría.
Entrada la noche, tocaba el turno a Julian Casablancas con su proyecto The Voidz. Su show se sintió más como un ensayo, quizá por el estilo desenfadado y constante improvisación de la banda, pero eso sí, cuando de rockear duro se trataba, no repararon en actitud ni en decibeles. Al término de su set, el escenario principal lucía lleno en espera del Panteón Rococó. Poco a poco, varios grupos de personas se disponían a bailar al ritmo de himnos urbanos como “La Carencia” y “La Dosis Perfecta”. Sin embargo, a mitad de su show, una fuerte lluvia aguado un poco los ánimos de varios asistentes que buscaron refugio, no obstante, los que se quedaron fueron recompensados por una colaboración sorpresa con Fanko, para interpretar “El último ska”, nombre del reciente sencillo del Panteón.
La lluvia cedió un poco, venían los actos estelares, desde Puerto Rico se presentaba Residente, proyecto que diluye géneros musicales para hacerse de un estilo propio con el rap como bandera. Residente hizo derroche de musicalidad y dominio del escenario en cada una de sus canciones. “La Vuelta Al Mundo” y “El Aguante” retumbaron en las bocinas. La locura llegó con “Vamo’ A Portarnos Mal”, que pareció más una orden que una invitación. La gente bailó, saltó, se abrazó, se bañó en cerveza y terminó con una sonrisa en el rostro.
Tarea poco fácil fue para Bunbury mantener el mood que para entonces había en el festival. Pero como buen conocedor de su público, recurrió a nuevas versiones de temas icónicos de su antigua banda para encumbrar el momento karaoke de la noche. Otro de los momentos más esperados, la presentación de The Offspring, y a pesar de su visible apariencia ya entrada en años, sonaron como en sus mejores días, convocando a formar el círculo de slam en temas como “Come Out And Play” y “The Kids Aren’t Alright”.
Se acercaba la recta final y los legendarios raperos, Cypress Hill, tomaban el escenario principal impactando a propios y ajenos con su hip hop de la vieja escuela, respaldados por un hábil Dj y un percusionista, no hizo falta más para que la multitud dejara la mano en el aire. Múltiples estelas de humo se elevaron por los aires orquestados por la que encendió B-Real en mitad de su show. Como los grandes, despidieron la edición 2018 con “Rockstar” sonando a tope, dejando las expectativas muy altas para el año siguiente; pero si algo nos quedó claro, es que Coordenada va por buen camino.
Coméntanos y califica abajo ¿Que te pareció la edición del Tecate Coordenada 2018 en el Parque Trasloma?
- La relativa agilidad que brindó el sistema cashless.
- La alfombra que se colocó sobre cemento y tierra.
- Los debut en Guadalajara de St. Vincent y The Offspring.
- Los baños fueron insuficientes, a pesar de que el viernes fue menor entrada.
- Algunos problemas de audio con Jumbo y Siddhartha.
- Los altos precios en bebida y comida.