Texto por: Pepe grillow
Fotos por: Miguel González
Por fin pudimos ser testigos de la primera edición del festival Alunizaje, evento organizado por Mexicadelia, Catharsis, Índica, Laboratorio sensorial, Pulp y ACK; Y que reúne a lo mejor de la escena independiente del país.
Una idea que tenía cocinándose aproximadamente 2 años y que se tuvo que posponer en 3 ocasiones, finalmente se llevó a cabo la noche de este sábado pasado en el C3 Stage.
En punto de las 8:50pm, Ella contra el tigre piso el escenario principal del C3, banda tapatía que mezcla diferentes sonidos experimentales y melancólicos que crean una combinación de dream pop, punk psicodélico y prog rock, que de inmediato puso a mover la cabeza a los presentes, con baterías y bajo bien marcados, una guitarra que juega entre ritmos y solos prolongados y la voz hipnotizante de Velvet Karly, que nos iba llevando como guía entre los diferentes matices y emociones que generaban con cada tema. Definitivamente una banda de la que estoy seguro, vamos a escuchar mucho en los siguientes años y que tiene todo para ser un referente del rock tapatío.
El festival contaba con dos escenarios, por lo que en cuanto una banda terminaba su set en el C3 Stage, ya estaba empezando la siguiente en el C3 Rooftop, con esto lograron agilizar de gran manera los tiempos y no hubo un solo momento donde no estuviéramos disfrutando de alguna banda.
Los siguientes que se presentaron fueron Realms, con un sonido inspirado en géneros como el new wave y rock alternativo, se forma en Guadalajara en 2017. Cuentan ya con dos álbumes: Sounds From The South (2017) y Cruz (2018).
Una banda que al estarla escuchando definitivamente nos transporta por ahí de la primera década de los 2000’s, y nos recuerda un poco al sonido de Interpol, Metric, hasta un poco a The Bravery y ese rock movido con baterías un poco más rápidas y bailables, una voz grave y bien entonada que también puso a bailar a los espectadores y nos hizo pasar un gran rato.
De nuevo nos desplazamos a la planta baja al escenario principal, ahora le tocaba el turno a Mortemart, Influenciados por el krautrock y la psicodelia, la banda se formó en 2018, cuentan con un EP llamado Overthinking, donde utilizan como título para las canciones algunos desequilibrios emocionales y cuentan con algunos discursos de personajes como Carl Jung, Stephen Hawking y George Orwell durante las canciones.
Con 2 baterías, una guitarra, un bajo y un sinth, esta agrupación tapatía nos demostró como también se puede hacer psicodelia con sonidos un poco más secos y pesados, un rock progresivo que nos tenía a todos viendo fijamente al escenario en un viaje de luces, sonidos y emociones; Parecía la escena de la película de “The Doors” donde Jim tiene a todo el público hipnotizado mientras canta” the end”. También creo que es una de las grandes propuestas para estos próximos años.
Mengers fueron los siguientes en pisar el escenario del Rooftop, un cambio más marcado de lo que veníamos escuchando con las bandas anteriores, sonidos y ritmos más garage rock, punk y de psicodelia. El slam al fin se hizo presente, y es que la energía que irradia esta banda de la CDMX es muy peculiar, al estarlos viendo no podía evitar pensar en los inicios de bandas como The Strokes, The Vines, Arctic Monkeys, etc, sumado a progresiones más viajadonas que, a su estilo, también lograban generar un tipo de trance psicopunkgaragero.
De vuelta en el C3 Stage, llegaba la hora de bajar un poco la adrenalina y ponernos a viajar un poco entre sueños con The polar dream. Agrupación formada hace ya más de una década en la ciudad de Guadalajara, su música, nos llenan de melancolía y añoranza, ya que como ellos mismos mencionan, la toma de conciencia a través de la música abre muchas puertas, una de ellas es la tristeza que es “un motor para la creación”.
The polar dream es una de esas bandas que no necesita de ninguna voz para hacerte sentir cosas, el simple hecho de estar parado entre el público, observándolos ejecutar a cada quien su instrumento, acompañado por el juego de luces, es más que suficiente para dejarte llevar e ir experimentando de acuerdo a cada tema, un sueño diferente; En algunos experimentas que estas rodeado por nubes y todo es colorido y alegre, en otros, el sueño se vuelve un poco más denso, oscuro, pero a fin de cuentas, logran el objetivo de transmitir toda clase de emociones con su música.
La penúltima banda de la noche y que cerro el escenario del Rooftop, fue El Shirota, los originarios del Estado de México, han logrado evolucionar su sonido llevándolo desde lo experimental y psicodélico a un terreno mucho más cercano al garaje y punk convirtiéndose en un sonido difícil de encasillar en un solo género.
Una banda que definitivamente tienes que ver en vivo para entender su concepto, con un desborde de energía en cada canción, guitarras fuertes y distorsionadas, baterías rápidas y caos en el escenario, pusieron de nuevo al público a bailar, saltar y a armar el mosh pit.
Definitivamente fueron de las bandas que más prendieron a la gente, dejándonos a todos sudados y con la adrenalina hasta arriba.
Ya al final de la noche y para cerrar con broche de oro este festival, pudimos ser testigos de la presentación de The Shivas, banda formada en el 2006 en Portland, Oregon, conformada por Eric Shanafelt, Ian Hartley, Jared Molyneux y Kristin Leonard.
Nacidos de una obsesión adolescente con el garage rock clásico y la psicodelia de los 60´s y con una estética que recuerda mucho a los inicios de los Kings of leon, con esas melenas largas lacias y flecos hasta la frente, The Shivas nos presentaron un set de 16 canciones, entre las que pudimos disfrutar éxitos como “Gloria”, “If i could choose”, “If you see me” y “You make me wanna die” entre otros.
Una excelente y emotiva presentación, donde los nacidos en USA, nos fueron llevando poco a poco por diferentes ritmos y sonidos, desde el rock&roll hasta el surf psicodélico, teniendo como uno de los mejores momentos, cuando Kristin, baterista de la banda, dejo su instrumento y tomo el micrófono para volverse la frontgirl e interpretar varias canciones, tomando en ese momento la batería el guitarrista Ian.
Definitivamente una noche que recordaremos por muchos meses, donde la psicodelia fue el ingrediente principal, y donde también pudimos constatar que la escena indie nacional, está en uno de sus mejores momentos y que tenemos muy buenas bandas que tienen todo para encabezar este movimiento.
Esperamos de todo corazón, que esta edición del Festival Alunizaje, sea la primera de muchas en nuestra ciudad, ya que definitivamente, hacía falta un festival de invierno que nos permitiera cerrar el año con excelente vibra y grandes propuestas musicales.
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