Fotos de: Mike González
La noche del pasado sábado vivimos uno de los conciertos que ya nos hacía falta en nuestras vidas, uno donde pudiéramos liberar el estrés acumulado, brincáramos, cantáramos y armáramos el infaltable slam y que mejor que hacerlo que con los genios de Molotov.
Después de posponer la fecha programada para el 12 de marzo y cambiarla para el 16 de abril, el tan esperado concierto de los Molochos se llevó a cabo ante un Guanamor Teatro Studio que lució repleto y luciendo sus mejores galas.
Desde temprana hora, los asistentes fueron llegando al recinto, ya sea a pie, en camión o en carro, otros tantos bajando el puente que se encuentra a las afueras del complejo. pero todos con la misma intención, pasarla lo mejor posible en compañía de los amigos o bien con la familia.
Resultó bastante gratificante ver varios niños entre la audiencia, demostrando que el rock sigue vivo y las nuevas generaciones lo mantendrán vigente por muchos años más en un mundo donde sobresalen los géneros de moda.
Todo estaba listo, fue entonces que minutos antes de las 9 la banda invitada Milk Band subió al escenario a mostrar su propuesta y lograr el aplauso del respetable, quienes reaccionaron de gran manera a la enérgica presentación de alrededor de 30 minutos de esta banda local.
Era tiempo de montar el escenario para Molotov, algo que duró un tiempo considerable y que incluso generó los abucheos, y la desesperación de la concurrencia que ya pedía a gritos a su banda. La silbatina crecía, pero llegó a su fin cuando las luces se apagaron y Tito, Paco, Micky y Randy aparecieron, tomaron su respectivo instrumento e hicieron sonar las primeras notas de «Santo Niño de Atocha», continuando con clásicos de su amplia discografía como «Amateur» y «Parásito».
Desde que sonaron estas canciones nos dimos cuenta que lo que venía sería inolvidable, la noche sería larga y potente, y que la cerveza volaría por todo el lugar entre la audiencia que, aunque en su mayoría era adolescente, se mezclaban entre aquellos que superan los cuarenta, mantienen ese amor por el rock y que han seguido a la banda desde sus inicios.
La euforia aumentaba, el calor se sentía un poco y más de uno ya estaba pasado de copas cuando «Lagunas Mentales» apareció acompañada de «Here We Kum» y el famosísimo «Chanwich a la Chichona», esta última, de las que más prenden a la raza por la letra tan característica que maneja.
Que bien que la estábamos pasando, el concierto estaba en lo más alto por lo que era el momento de sacar las canciones «más relajadas» del repertorio, esas que no son tanto de guitarrazos pero que sean han convertido con el paso de los años más que canciones en himnos por la temática tan delicada que abordan, un distintivo de Molotov que a través de su música le da voz a quienes no la tienen y permite plasmar en ellas el descontento que se vive en nuestra sociedad.
Primero fue «Gimme tha Power» donde se hace referencia lo mal que se ha manejado a México durante tantos y tantos años en una situación que más que mejorar, empeora día con día, haciéndonos ver que somos más lo buenos y dejándolo claro con ese grito de «Viva México» que nos enchina la piel cada vez que lo escuchamos.
Le continuó «Hit me» que aborda prácticamente lo mismo que la canción anterior y nos hace recapacitar que todo lo que menciona durante los más de 4 minutos que dura la canción sigue pasando y ya es algo normal en nuestras vidas. y por último, para cerrar con este bloque de rolas relax siguió «Frijolero», himno donde se refleja la constante lucha que viven los mexicanos y Latinoamérica entera con el país del norte, todo esto acompañado de luces en color verde, blanco y rojo que iluminaron el escenario.
El grito de «Molotov, Molotov, Molotov» no paraba, estábamos observando un gran gran show, ya lo que se viniera desde ese momento hasta el final era ganancia y para nuestra fortuna fue un descontrol total con «Perro Negro», «Marciano», «Quem Pompo» y «Dance and Dense Denso».
El final se acercaba y después de una breve pausa que nos permitió respirar un poco y agarrar energía fue que aparecieron las últimas de la lista; la velada se prestó para estrenar «No Olvidamos», canción que tiene pocos días que salió a la luz pero que ha tenido gran respuesta en todas las plataformas musicales. «Más Vale Cholo», «Matate Tete» le pusieron la cereza al pastel para cerrar con broche de oro con esa que todos conocemos y es la más popular de la banda, imaginamos que sabes a cual nos referimos y que por supuesto no pondremos el nombre para evitar conflictos con las nuevas generaciones.
Y así culminó un concierto más del Molotov en Guadalajara, con la esperanza de que regresen pronto con un concierto así, en solitario y con una larga duración.
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¿Qué te pareció la presentación de Molotov en el Guanamor Teatro Studio?
- Gran iluminación
- Energía de la banda y de los asistentes y un gran repertorio
- Ingreso ordenado de los presentes
- Hacía un poco de calor
- Gente sin cubrebocas.