Texto: Desireé Ramírez.
Fotos: Christhian Ferenc.
El fin de semana se llevó a cabo la celebración de los X años de NRMAL (NRMAL 2019), el festival que ha llevado a sus escenarios a los artistas que veíamos inalcanzables de presenciar en nuestro país, así como a propuestas desde lo más underground hasta completamente nuevas y de todas las partes del mundo.
Para los que no lo saben, NRMAL comenzó el 2010 en Monterrey, como un pequeño festival que apostaba a poner en el ojo del público regio aquellas propuestas que vivían en el underground y cada año el crecimiento del mismo era paulatino hasta consolidarse en el festival de arte, diversidad e integridad que lo caracteriza el día de hoy. En sus primeras ediciones se pudieron disfrutar de actos como Mac Demarco, Grimes, Future Islands, Blood Orange, Alexico, Lorelle Meets the Obsolete, Juan Cirerol, Unknown Mortal Orchestra, Javiera Mena, Columpio Asesino, Ariel Pink, Parquet Courts, No Somos Marineros, entre otros.
Después de cinco ediciones en su ciudad natal, para la sexta en 2015, el festival se muda a la Ciudad de México donde lo reciben de la mejor manera y el público enamorado de esta bomba de propuestas genera identidad y apropiación, para así llegar hasta la celebración de sus X años, donde vivimos una curaduría espectacular no sólo musicalmente hablando, también en la selección gastronómica y en sus instalaciones artísticas.
Comenzamos el día en los escenarios principales con actos como el powerrock de «El Shirota» y «Vyctoria«, la segunda una banda de drone experimental e instrumental que nos impresionó con el poder de su batería combinado con el fino sonido de un violín. Por otro lado, «Michelle Blades & Los Machetes» nos ambientaban el paso para recibir a «Mint Field» con toda la actitud de movernos en la marea del público al ritmo de sus interpretaciones. En cuanto en el Escenario Musikplatz, nos topamos con «Sexores», una banda de ecuatoriana que nos encanta con su sonido oscuro mientras lleva un mensaje de lucha, para después darle paso a «Mathilde Fernandez«, que directa desde Francia nos viene a hipnotizar con su pop vampirezco.
Regresando a los escenarios principales, «Rubio» transforma el escenario con sus canticos dejando en claro que los latinos saben hacer pop del bueno, pero definitivamente de un acto del que debemos hablar es el de «BEAK» y su prog-rock que nos voló la cabeza con la presentación que nos brindó llena de energía y rematando nos hicieron dar a conocer su fascinación con la grabación de “Se compran colchones, refrigeradores o algo de fierro viejo que vendan”, al reproducir un audio de esta. Mientras tanto, «Sinjin Hawke & Zora Jones» (o Fractal Fantasy) sorprendieron con los visuales que presentaron en su show, además del poder experimental que nos ponía a bailar como locos a todos en la carpa, sin duda otro de lo mejores shows de la noche, sí que fue un baile con mezclas de calidad que reventaba la felicidad entre los asistentes.
No todo es miel sobre hojuelas en este increíble festival, ya que en esta ocasión también fue víctima de cancelaciones fuertes, en este caso nos referimos del tan esperado «John Maus«, quien canceló de último momento por problemas de salud, según reportaron los organizadores en medios, pero en el festival el rumor de que en realidad Maus perdió el vuelo era más fuerte, creo que el que «John Maus» tuviera complicaciones para llegar al festival era entendible por los fans que obviamente se decepcionaron por la noticia, sin embargo, la hora en la que se anunció su cancelación molestó a varios, pero tampoco paró la fiesta ya que su acto se sustituyó por los artistas ganadores de Musikplatz: MAVI, Alejandro Bernal y PAUZA, que comenzaron antes su show y llenaron un hueco difícil y enorme, sin embargo, los ‘pro’ de esta celebración eran más que la resignación llegó en forma de baile.
El momento que llenó por completo los escenarios principales fue cuando el Spaceman aparece para elevarnos al universo del rock espacial y los éxitos sonaban al mismo tiempo que el público cantaba, lloraba y se abrazaba, el amor inundó este universo al que «Spiritualized» nos transportó. Fue todo lo que imaginábamos y esperábamos.
«Gang Gang Dance» llegó a convertir todo ese amor concentrado en baile, sin importar varios de los asistentes comenzaban a vaciar el recinto porque su intensión era disfrutar del viaje de «Spiritualized«. Como acto seguido, otro de los actos esperados fue «Mazzy Star» quien pidió no se tomaran fotografías en su acto, para apoderarse del momento con su guitarra y sus melodías country, complació a sus fans a cada rasgada, pero no tanto a los que esperaban un ambiente musical similar al que nos dejó «Gang Gang Dance«, haciéndolos correr a la carpa para presenciar de los increíbles mezclas pero sobre todo los magníficos visuales de Mavid y seguir apoderándose del dancefloor, pero en cuanto se escuchó la potente batería de «Death Grips» se corrió al escenario principal para poder filtrarse hasta la zona de slam y pasarla como uno se la tiene que pasar en un concierto de Death Grips: ¡BRUTAL! Interpretando rola tras rola, sin parar, entregaron a México el show que nos debían lleno de energía, éxitos, poder, batería incontrolable y los coros que repetíamos en medio del mallugueo del slam, sin duda el cierre que merecían estos X años.
Bueno, como se comentaba NRMAL no sólo es un festival con una excelente curaduría musical, sino que también ha innovado en muchos aspectos en la experiencia del asistente, por ejemplo comenzamos destacando algo que debería ser obligatorio en todo evento a realizar en el futuro, que es el cuidado al medio ambiente, ¿quién dijo que divertirse en un festival no va de la mano con el cuidado al medio ambiente? Pues esto es posible y NRMAL lo comprobó, en vez de vendernos vasos y vasos de chelas (ya sean de edición especial o desechables) nos comprometía como consumidores a reutilizar el vaso que se había obtenido desde el inicio. Para seguirle, en la zona destinada a los baños podíamos encontrar trailers con inodoros paras las chicas y el famoso baño portátil para los hombres, lo cual las asistentes agradecimos mucho ya que la experiencia de ir al baño nunca fue desagradable. Las activaciones no fueron tantas, pero las que estuvieron fueron completamente del disfrute de los que las probaban, ya que encontramos desde una carpa neón llena de luces y visuales, un coche que producía música hasta un puff gigante para descansar en los momentos pesados. A la buena experiencia sumamos la zona gourmet, que tiene una curaduría pensada en restaurantes locales, de calidad, con buen precio y preparada para todo tipo de estómago. En cuanto en los puestos de merch original de las bandas, encontramos desde pines, camisetas y hasta canalas, todo diseñado especialmente para los fans, para llevarse un recuerdito de sus artistas favoritos (músicos e ilustradores) o hasta del mismo festival.
A destacar y aplaudir, los organizadores se comprometieron y cuidaron el hacernos saber que de 19 proyectos del cartel, 13 son liderados o conformados por mujeres, que representa el 70% del lineup, no termina aquí esta observación tan importante ya que estas mujeres, además de 9 países distintos, son súper diversas y talentosas, algo que caracteriza sobre lo underground a este festival, la diversidad que encuentras, la convivencia y tolerancia triunfa junto al respeto entre los asistentes. Las razones para amar y tener una experiencia increíble en este festival podrían seguir en lista, pero lo recomendable es que se viva por uno mismo, no se van a arrepentir.
Coméntanos y califica abajo. ¿Que te pareció el Festival NRMAL en su aniversario X?
- La experiencia en general: musicalmente y las diferentes zonas en el festival.
- La mercancía de las bandas.
- Los horarios establecidos.
- Cancelación de John Maus.
- Lo tardado en conseguir chelas.
- La logística de taxis/choferes de apps al salir.