Texto: Sunny Muñoz.
Fotos: Itzmalin Benítez.
El público tapatío ya reclamaba la visita de esta emblemática banda y lo demostró abarrotando el majestuoso Teatro Diana, Ángeles del Infierno tenía varios años de no tocar en Guadalajara y el pasado viernes se presentó sin dejar huecos en el hermoso teatro.
Afuera del recinto se veían los grupos de personas vestidas de negro, público de todas la edades esperaban su acceso sin dejar descansar a quién recibía los boletos, cuando se dio la tercera llamada el teatro estaba a un 80 % de su capacidad.
Las bandas que abrieron el show iniciaron muy puntuales y bien recibidas por los asistentes, la primera en tocar, llamada Makina, llegó con mucha energía a presentar su peculiar death metal, con algunos problemas de sonido que expresaban entre canción y canción, pidiendo el apoyo a la cabina, aun así los atentos espectadores no se fijaron en esto y cuando la banda terminó su show fueron despedidos con ímpetu por el público.
En seguida tocó la agrupación tapatía de Blacksmith, ya conocida entre los espectadores, se colocaron en el escenario con gran presencia y tocaron como la banda veterana que son, siendo bien recibidos por el público y más en un recinto así, el sonido los favoreció y en su estancia en el escenario se desenvolvieron cómodamente.
A las 10:40 p. m. sin más preámbulo salieron los esperados Ángeles del Infierno, en el teatro no hubo alma que no gritara con la presencia del grupo, comenzaron tocando «Es el principio del fin», seguida de «Rocker», dando una pausa y con un grito saludaron diciendo: «saludos cabrones, teníamos mucho que no veníamos”, la noche se llenó de todos sus éxitos, como tenía que ser, un paseo por las rolas más emblemáticas de sus discos, no hubo éxito que no se cantara a la par de la voz de Juan Gallardo, como ejemplo, «Prisionero de tu amor» y «Sombras en la Oscuridad», todo el tiempo el público se mantuvo de pie y cantando a toda garganta, la cúspide fue con “Pensando en ti”, que desde los primeros acordes no se supo si el micrófono bajó su volumen o fueron más fuertes las voces en el lugar, ya que sonaban al mismo tiempo como un coro entonando la canción a la perfección, como si el público fuera el artista principal del evento.
La intensidad del evento subió después de una breve pausa ya que tocaron «Con las botas puestas», el vocalista empezó a gritar “México, México” y mencionó: “es una bonita noche de rock and roll, los queremos mucho mexicanos”, y siguieron con «Dando por detrás», apenas Juan Gallardo iba a comenzar a hablar cuando se escuchaban los gritos de peticiones de más canciones y él en tono de juego dijo: “¿traen prisa?”, y mencionó que la siguiente canción le gustaba mucho, invitando a aplaudir con las manos en alto para tocar la rola de «Sangre», llevándonos al siguiente bloque con una reflexión del odio hacia la autoridad cuanto tocaron «A cara o cruz» y «666″, muchos con el ritmo de las canciones agitaron sus melenas haciendo “headbanging”, lástima que el lugar no se prestó para hacer slam, se hubiera realizado con gran intensidad, la rola que siguió fue «Al otro lado del silencio», relajando el ambiente, pero este subió de nuevo al tocar «Maldito sea tu nombre», después de esta canción mencionaron que era tiempo de finalizar el show diciendo: “no queremos hacer molestar a la autoridad”, detonando en el público gritos de enojo, chiflidos y exclamaciones que de inmediato se calmaron al sonar la siguiente canción, «Pacto con el Diablo» y se intentan retirar, pero el público empieza a pedir otra, se ve que el vocalista pide que lo dejen tocar una más y se despiden con “Lo Tomas o lo dejas”.
El evento dejó satisfecho al público que asistió al Teatro Diana, la ausencia que tenía la banda de visitar nuestra ciudad hizo que la presentación fuera muy deseada entre la comunidad rockera, todos ellos entregados en un show que se acompañó con un excelente sonido e iluminación.
Coméntanos y califica abajo ¿Que te pareció el concierto de Ángeles Del Infierno en el Teatro Diana?
- La asistencia.
- La interacción del público.
- La gorra del vocalista, no se veía su cara.
- Los que no respetan y fuman adentro.