Por: Salvador Medina
Nacido un 3 de mayo de 1978 en Essex, Inglaterra, el vocalista, compositor y guitarrista Paul Banks ha sido uno de los músicos que han marcado una generación contemporánea de sonidos y matices fieles a su esencia y razón de ser, algo que difícilmente hoy en día se pudiera ver, donde la música ha ido evolucionando a un ritmo delirante y las transformaciones que ha sufrido han sido inevitables, mismas donde algunos se pierden, los intentos de “mutar o evolucionar” pueden ser peligrosos.
Distinguido por siempre mostrar una cara real, honesta y cruda, la música que ha salido de Paul Banks a lo largo de su trayectoria ha logrado un fuerte vinculo con quienes lo escuchan, donde a través de esos versos encontramos la verdad, la realidad, los golpes, las victorias y las palmadas en la espalda, la sustancia artística puede estar en los rincones más oscuros y en los lugares donde menos lo esperábamos, ¿quién puede culparlo por eso?.
Voz inconfundible, barítono por esencia, que le ha dado vida a Interpol, una banda que desde que mostró su primera tarjeta de presentación dejo en claro que no serían una más dentro de la industria. Inglés de nacimiento pero adoptado por muchos lugares, como lo es Michigan, España, Nueva Jersey y por su puesto México, país que nunca ha dejado de ser su hogar, pasando algunos años de su juventud en nuestro país, atraído por un país que lo ha inspirado a lo largo de su carrera, por la filosofía, la alegría de vivir, la pasión y la cultura que ha impregnado de forma directa en su personalidad, dicho en varias ocasiones, la palabra México en su vida es muy fuerte.
Sus límites artísticos han ido más allá de Interpol, emprendiendo diversos proyectos de los cuales también podemos encontrar trabajos sumamente valiosos, llenos de verdad, nostalgia e irónicamente con cierto grado de serotonina. Con “Julian Plenti Is…Skyscraper” y “Julian Plenti Lives…” Paul Banks conoce su alter ego, una nueva faceta como compositor y solista, un despertar dentro de su proceso creativo que experimenta la sobrevivencia fuera de Interpol, un material que saliera a la luz en el 2012 al igual que su álbum titulado “Banks” un material más completo conformado por una colección de 10 canciones personales de Paul, entre las que figuran ‘The Base’, ‘Over My Shoulder’ o ‘Young Again’.
En 2016, Paul Banks probaría suerte con otro proyecto y otro género, si, el hip hop, creando Banks & Steelz, en conjunto con el rapero neoyorquino del Wu-Tang Clan, RZA, lanzando un álbum titulado “Anything But Words”, también bajo el alías de Julian Plenti.
Y por si fuera poco, existe Muzz, una banda recientemente creada en compañía de Matt Barrick baterista de The Walkmen y Josh Kaufman. Un proyecto del cual pronto escucharemos un álbum nuevo, ahora no como solista sino como integrante de una banda, como en sus inicios fue todo
“Catarsis: (f) Proceso mental y corporal utilizado por el ser humano de manera consciente o inconsciente para liberar de su interior todo aquello que genere dolor y aflicción para así purificarse a sí mismo.” La música ha forjado un papel importante como medio de purificación y desahogo, un golpe visceral capaz de desarrollar contenido temático listo para acompañarnos en nuestros días.
Desolación emotiva, resignación conmovedora, expectativas irrazonables, aura de pesadez, niebla espesa en el paisaje, y demás adjetivos acompañan la lírica y la narrativa creativa de Paul Banks a lo largo de su carrera, y siempre tiene la capacidad de al final hacernos ver la luz y la progresión natural de lo sombrío a lo rosa, ¿Un estilo provocado?, no lo sabemos, lo que si queda claro es que su música formará parte de nuestros playlists favoritos por muchos años.
Sigue leyendo, la herencia de MGMT tras 10 años de «Congratulations»