Texto por: César Ruiz
Fotos por: Paola Guzmán
La noche del pasado Miércoles 05 de Noviembre, el C4 Concert House de Guadalajara se sumergió en una atmósfera densa y oscura, marcando la tercera y cada vez más nutrida visita de la banda bielorrusa Molchat Doma. El trío de Minsk no solo regresó presentando su más reciente álbum, Belaya Polosa (2024), sino que reafirmó su estatus como un fenómeno global que, desde la fría Europa del Este, ha encontrado un lugar ferviente en el corazón del público tapatío.
La responsabilidad de calentar el ambiente recayó en el productor y DJ tapatío @notarealhero, fundador de las Nostalgic Sessions, quien con una propuesta sólida y con algo de la estética del post-punk bailable, David, su nombre real, desplegó una paleta sonora que abarcó géneros como el acid techno, trance y hardgroove. Su set fue un excelente aliciente que preparó el terreno con pulsaciones rítmicas y corrosivas, una bienvenida sonora que por la misma esencia industrial del C4 evoca a esas bodegas en Europa donde el hard techno es el rey de la pista, todo esto justo antes de que Molchat Doma tomara el escenario.
Minutos más tarde, en el momento en que Roman Komogortsev (guitarra, sintetizador, caja de ritmos) y Pavel Kozlov (bajo, sintetizador) bajaron al entarimado, la atmósfera se transformó, aunque si, la ovación más ruidosa tuvo lugar cuando apareció entre humo y sombras Egor Shkutko (vocales). Visualmente, la banda mantuvo su estilo distintivo, atuendos minimalistas en color negro y ese espíritu retro soviético complementaban el aura sombría del show. La presencia de Egor fue el centro de atención. Su figura, con ese look de «techno viking» que parece un sobreviviente de la fría Bielorrusia, desprendía un magnetismo único. Sus pasos de baile macabros, junto con su voz profunda y resonante, causaron muestras de emoción y asombro en el público tapatío, sobre todo cuando se bajo para acercarse a la valla e interactuar con los fans en primera fila.
Molchat Doma llegó a esta tercera cita con nuevo material. Si bien sus dos primeras visitas a Guadalajara (en Guanamor Teatro Studio 2023, y el C3 Stage en 2022) se caracterizaron por una mayor presencia de guitarras frías y atmosféricas, en esta ocasión, se notó que Belaya Polosa se apoya un poco más en los sintetizadores, añadiendo capas de melancolía electrónica a su característico sonido.
El público, en su mayoría jóvenes adultos entre los 30 y 40 años, se entregó por completo, cantaron cada verso y cada desahogo sosteniendo con orgullo la bandera oscura, introspectiva y emocional que ha caracterizado la música de Pepe desde sus inicios.
La acústica impecable de la Arena Guadalajara y la entrega absoluta de sus seguidores crearon una conexión casi ritual y, mientras los acordes de «Dafne» cerraban la noche, dejaban en claro que José Madero no solo ha logrado consolidarse como solista, sino que se encuentra en la cúspide de una carrera que sigue creciendo con fuerza, apuntando ahora su próxima cita en el Foro GNP:
La banda demostró que, aunque las letras tienden a ser melancólicas, oscuras e introspectivas o incluso distópicas, su poder emocional es universal, prueba de ello fue cuando el público coreo «Tocka» cuando Egor volteaba el micrófono al público, así mismo paso al sonar «Cyдно (Sudno)«, una de las más esperadas de la noche, demostrando un compromiso que va más allá de la melodía.
Molchat Doma es el ejemplo perfecto de cómo la música, como ente predominante y arte en su forma más pura, logra diluir la barrera del idioma y traspasar barreras de lenguaje e incluso ideológicas, elevando la conciencia del espectador sin importar la nacionalidad. La tercera visita de Molchat Doma a Guadalajara fue otro gran acierto. La afluencia y la energía del público confirman que el número de seguidores que se van sumando en sus shows es cada vez mayor, asegurándoles un lugar permanente para la melancolía bielorrusa en el corazón musical de nuestro país.
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- Gran respuesta del publico.
- Buena producción, iluminación y sonido.
- Tendremos que esperar otro rato para su regreso.