Mágica velada a lado de Vetusta Morla

Fotos Por: Un Beto

  Tres años, un mes y un día pasaron para que tuviéramos de regreso en casa a esta querida banda española, tiempo donde vivimos una pandemia que nos afectó mucho y provocó millones de decesos alrededor del mundo, pero que también nos enseñó a valorar la vida, ser más unidos y disfrutar al máximo cada momento de nuestra existencia, tal y como lo hicimos anoche en lo que fue un concierto inolvidable.

  La fecha había llegado, viernes 6 de mayo, fecha en la que según la NASA ocurriría la destrucción de la Tierra y que terminó en una destrucción sí, pero del Teatro Diana con tanto grito y pasión desbordada que se vivió durante las 2 horas que Vetusta Morla se entregó en el escenario.

  Desde que las puertas del recinto abrieron, personas de todas las edades se daban cita para disfrutar de lo que se percibía sería una noche larga, íntima y poderosa, se sentía en el ambiente una vibra única, de esa que solo se da cuando cientos de personas se conectan en una misma y buscan el mismo fin: pasarla bien.

 Fue así que las localidades del fabuloso teatro tomaban forma, se fueron llenando poco a poco hasta no haber ningún hueco vacío esperando la tan famosa “tercera llamada” y comenzar las acciones. Aunque el boleto marcaba las 20.30 horas, fue hasta 15 minutos después que las luces se apagaron y los oriundos de Madrid salieron a escena ante una ensordecedora ovación.

 “Puñaladas traperas” sería la primera canción que sonaría, no sin antes se presentaran unas ligeras fallas técnicas con el audio. ¡Los vamos a despedir a todos!, fue lo que Pucho pronunció ante este breve e inesperado incidente que causó gracia entre los presentes e hizo que la algarabía creciera, porque a estos señores se les perdona todo.

  «La Virgen de la Humanidad» y «No Seré Yo», derivados de su más reciente producción discográfica y nombre de la actual gira Cable a Tierra (2021) le continuaron en el repertorio, para posteriormente dar un viaje 10 años atrás, al álbum Mapas (2011) e interpretar «El Hombre del Saco» seguida de «Golpe maestro» del disco La Deriva (2014).

 Los asistentes estaban más que entregados a su banda, no se sentaron ni un minuto y es que no había oportunidad para hacerlo, uno tras otro iban llegando los éxitos como «Maldita Dulzura», «Finisterre», «Copenhague», «La Vieja Escuela», «23 de Junio» y cerrar ese frenético bloque con «Al final de de la escapada».

   Tras el termino de esta canción, se vivió un gran momento cuando Pucho agradeció a todos los presentes por estar ahí, en especial a su club de fans oficial Vetusta Morla GDL, quienes previo al concierto les entregaron una serie de regalos entre los que destacaban unas zapatillas con una serie de mensajes y el significado de las mismas, así como un colorido y tradicional zarape que Pucho no dudo en portar orgullo y felicidad. 

  Todo lo que se vivió de aquí en adelante era un extra, más sin embargo aún faltaba lo mejor, las canciones más esperadas y más conocidas, las cuales no tardaron en llegar de la mano de «Consejo de Sabios«, «Lo que te hace grande», «Palmeras en la Mancha», «Valiente» y «Saharabbey Road», solo por mencionar algunas de las 25 que sonaron en esta mágica experiencia musical, donde la energía y la química que se vivía por parte de los Vetustos era correspondida por lo que tuvimos la dicha de estar ahí presentes.

  Era momento de la pausa obligatoria, esa que todo artista usa para descansar unos segundos y rehidratarse mientras el público grita que quiere otra, para así volver y complacerlos con dos o quizás tres canciones y ahora si despedirse como los grandes, con broche de oro. Eso mismo fue lo que pasó, ha sido uno de los mejores cierres que hemos visto en años con las dos canciones que más se reproducen desde hace ya tiempo.

  Primero fue «Cuarteles de Invierno», un clásico infaltable en cada concierto y que nunca nos aburrimos de escuchar por la energía que nos transmite; y para rematar «Los Días Raros», un tema que no se puede explicar con palabras lo que se siente cuando es tocada en vivo, se enchina la piel, se te reinicia la vida y todo se vuelve mejor al cantarla a todo pulmón.

   Sin duda ha sido el mejor concierto de Vetusta Morla en Guadalajara; el cariño por la banda ha crecido en estos más de 11 años que tienen viniendo y el sentimiento que ellos tienen hacía la gente de Jalisco es digno de reconocerse, por lo cual esperemos pronto estén de vuelta para deleitarnos como siempre lo han hecho.

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