Imágenes por: Mon de Leon / @Mondeleon
Texto por: Aldo Fernandez
Cuando me dijeron que iría a Miami pensé en ritmos latinos, acento cubano, salsa, reggaetón y cocodrilos, estaba muy lejos de pensar que estaba en camino a un festival de psicodelia en el corazón de esa ciudad. Unos días antes tuve una charla con el organizador del festival, Adam Arritola, que a través de Eclectic Overdrive se dedica a llevar a esta ciudad su propia curaduría musical (esto mismo logró reunir a artistas que difícilmente tocarían en Miami y además logró atraer a una audiencia internacional) y en este, el segundo año del festival invirtió él mismo en su proyecto sin fines de lucro porque (en sus palabras) “el mundo lo necesita, especialmente en estos tiempos, lo hago por la cultura”.
Con eso en mente me lancé a Miami, como esperaba, nadie tenía idea de qué hablaba cuando les comentaba que iría a un festival con headliners como: Jandek, Kool Keith o Sugar Candy Mountain.
El evento tuvo lugar en dos venues en el centro de Miami, Ground y Floyd, la noche arrancó con Jandek, quien por si no lo conocen es un artista que ha estado retirado por algún tiempo y su música experimental lo convierten en una leyenda, definitivamente sólo poder verlo tocar en vivo valía todo el viaje, el siguiente acto estelar fue a cargo de Sugar Candy Mountain, que con su pop psicodélico, inspirado en la tropicalia de Brasil quedaban ad hoc en el clima de Miami, cerramos la noche con Kool Keith y un set que acompañó con un performance que hipnotizó a todos en el lugar.
Sin duda, fue el “trip perfecto”, fue impresionante ver lo que logró organizar una sola persona sin ayuda de sponsors y contando con una difusión que en su mayoría fue de boca en boca y a través de las redes sociales.
Miami y el mundo necesitan más festivales independientes y los festivales independientes nos necesitan a nosotros, la escena psicodélica ha ido creciendo más y más en los últimos años, la difusión de los diversos proyectos que hay en ella muchas veces se ha logrado a través de estos eventos, así que recuerden: denle amor a su festival local independiente, si tienen la posibilidad de asistir a uno aunque no conozcan ni una banda, háganlo, podrían llevarse una sorpresa.
- ¡Miami!.
- La ubicación (el centro de Miami).
- El line up.
- Fuera del círculo de asistentes, nadie tenía idea de lo que estaba pasando ahí esa noche.
- El consumo dentro del bar se limitaba con los precios que a decir verdad eran algo altos.
- Poca difusión, el festival tenía un lineup increíble y no llegó a toda la gente a la que podría interesarle.