Texto por: César Ruiz.
Imágenes por: Orlando González.
El C3 rooftop retumbaba a cuadras de distancia, ¿el motivo? Sonidos provenientes del Caribe hacían vibrar a los asistentes que se dieron cita para presenciar a una de las leyendas vivas del reggae, nada menos que el señor Scratch Lee Perry, o como también se le conoce, The Mighty Upsetter.
La noche iba a ser larga, y había que calentar motores, pero de eso se encargó Dub Kingdom, quienes supieron ir sumergiendo a la audiencia en el mood adecuado. Con una alienación de 4 músicos en sus respectivos instrumentos, sus sonidos Dub tenían reminiscencias de la banda californiana Sublime, por lo que la respuesta de la gente fue muy buena.
Acto seguido y para no dejar caer el buen ambiente que se había generado, salieron a pinchar vinilos un dúo de DJ’s de casa, Dub Iration, quienes la rompieron con lo mejor del reggae, dub y dancehall, imprimiendo su sello distintivo al show.
La noche estaba puesta para dar paso al Subatomic Sound System que acompañaba en esta ocasión al legendario músico Jamaiquino, con Emch como productor musical y mente creativa detrás las mezclas, y que además fungió como maestro de ceremonias presentando a otras dos grandes personalidades, Larry McDonald quien estaría a cargo de las percusiones y Troy Simms en el saxofón.
Sonaron los primeros beats y la gente siguió con el baile cadencioso, hasta que una chica hippie subió a colocar inciensos sobre el escenario, dejándolo listo para que saliera Scratch Lee Perry, que es un hombre supersticioso, y esto se hizo más notorio al ver su atuendo lleno de brazaletes, collares, espejitos, uñas y cabello pintados, y quizá lo más sobrio de su outfit, un saco color plata; era como ver a un ser iluminado que fue abducido por extraterrestres y que ahora vive en una comuna hippie en la isla de Goa.
La música y su personalidad generaron un estado de euforia en los asistentes, quienes se acercaron lo más posible al escenario para intercambiar con él, desde un choque de puños, hasta ofrecerle un fume, prenderle su joint e incluso juntar las flamitas de los encendedores. La sencillez de Lee Perry era abrumadora, tanto que un asistente trató de besarle la mano. Si se sabe un shaman o no, no lo sabemos, pero a sus 83 años, Perry dirigía a la audiencia como solo un ser espiritual podría hacerlo, todo esto mientras fraseaba e improvisaba sobre alucinantes beats y sonidos Dub.
No podían faltar en el setlist algunas mezclas con rolas de Bob Marley, como “Keep on moving”, “Sun is shining” o “Exodus”, pero que en mente y voz de Scratch, adquirían una nueva dimensión, incluido su clásico atemporal “Disco Devil”. Toda una experiencia fue ver al músico octogenario animando al público con sus ahora limitados pero muy efectivos recursos, como cuando brindaba con su “Ginger Jake” en mano. Después de este show tenemos la certeza de que Scratch Lee Perry aún está sobrado de vitalidad para seguir haciendo lo que mejor sabe hacer, entretener.
Coméntanos y califica abajo. ¿Qué te pareció el concierto de Scratch Lee Perry en el C3 Stage ?
- La cercanía e interacción de Scratch Lee Perry con la audiencia.
- Los actos invitados.
- Al ser terraza se podía fumar sin problema.
- La lluvia hizo que terminara el show antes de lo previsto.