El culto a Dogma se apodera de Guadalajara

Fotos y texto por: Kinnereth González

El pasado domingo 25 de mayo, el Foro Independencia en Guadalajara fue testigo de un ritual musical cargado de poder, estética y energía oscura. La banda Dogma, el misterioso quinteto  femenino que ha causado sensación en la escena del metal internacional, ofreció un concierto increíble.

Expectantes y muy puntuales, los fans se congregaron en las inmediaciones del recinto. Rodeando la manzana y esperando pacientemente su turno de entrar los pecadores mataban el tiempo entre chistes, cantos y bulla. En punto de las 8pm las puertas del lugar se abrieron y poco a poco el lugar fue inundado de personas con  camisetas negras, crucifijos invertidos y maquillaje dramático, los cuales se encargaron de preparar la atmósfera para el infernal espectáculo que estaban por presenciar.

A las 9:00 pm en punto, el escenario recibió entre luces rojas y con la ya característica introducción sonora de música ominosa al enigmático quinteto de femmes fatale: Lilith (voz), Lamia (guitarra), Nixe (bajo) Rusalka (guitarra) y Abrahel (batería). Con una puesta en escena que mezcla simbolismo religioso invertido y teatralidad oscura, Dogma comenzó su show con su poderosa presencia escénica que atrapó al público de inmediato.

Durante la hora que duró el concierto, la banda recorrió varios de los temas de su álbum debut homónimo “Dogma” (2023) , incluyendo los ya favoritos del público como “Carnal Liberation”, “Pleasure From Pain” y por supuesto, el explosivo sencillo “Father I Have Sinned”, que provocó una incontrolable ovación y fue coreado por todos los asistentes.

Aunque el concierto tuvo una duración relativamente breve —terminando cerca de las 10:00 pm— cada minuto fue una explosión de energía, sensualidad y musicalidad. La energía de estas mujeres tanto en conjunto como de forma individual sin duda demuestran porque los fans se encuentran en un intenso trance en la presencia de estas amazonas. Miradas penetrantes, movimientos hipnotizantes, lideradas por una voz tan angelical como siniestra y un despliegue de talento que hace que la escena del metal encuentre una bocanada de aire fresco y se renueve la ilusión de que el género seguirá vigente por muchos años más.

Dogma demostró que no solo son una propuesta estética impactante, sino también una banda con talento musical sólido y una conexión real con su audiencia. Su capacidad de combinar teatralidad, crítica religiosa, y metal moderno dejó una impresión duradera en Guadalajara.

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