Cobertura por: Tonos Neutro / Maythe Herrera / Sergio Ruiz
El pasado 6 de diciembre, Mérida vivió una de las experiencias musicales más comentadas del año: Destino Dos XX, celebrado en la icónica Hacienda Susulá. El evento comenzó desde la tarde, envolviendo a los asistentes en una atmósfera cálida, vibrante y llena de expectativa.
La experiencia abrió con We Better Fly to Mars, dando inicio a un viaje sonoro que preparó el ambiente para la llegada de Disco Bahía, el grupo que rápidamente conectó con la audiencia. En uno de los momentos más memorables, los integrantes bajaron del escenario para convivir directamente con el público, creando una cercanía que marcó el ritmo del resto del evento.
Más tarde, Chusi sorprendió al invitar al escenario a Bernardo de Glass Cristina y Karlo, avivando aún más la emoción entre los presentes. Todo esto se desarrollaba en un escenario giratorio 360 grados, que aunque ofrecía una perspectiva dinámica, generó algunos comentarios debido a que en ocasiones parecía favorecer más a un sector del público que a otro.
La energía continuó elevándose con Víctor Cárdenas, quien llevó su característico sabor latino. Un momento icónico ocurrió cuando detuvo la música para brindar frente a todos y dejó caer el éxito “P*pas” ft. Farruko, provocando una reacción explosiva entre los asistentes.
La emoción subió aún más con la llegada de Neil Frances, cuya presencia provocó euforia inmediata antes de subir al escenario la gente pedía fotos y celebraba su aparición. Luego, Ovy on the Drums tomó el escenario acompañado de una escenografía especialmente diseñada para su presentación, añadiendo un toque visual distintivo.
Entre los puntos a mejorar de la tarde-noche, el público señaló que el volumen del sonido era bajo y que el escenario 360 no giraba de manera equilibrada, dejando algunos sectores con menos tiempo de espectáculo.
Pero nada de eso opacó el momento más esperado: The Blaze subió al escenario y simplemente hipnotizó al público, logrando una conexión potente que se sintió en toda la hacienda.
El cierre quedó en manos de Karlo, quien, aun con los asistentes ya cansados tras horas de música, consiguió reactivar la energía con sus éxitos y mantener el ambiente vivo hasta el final.
Destino Dos XX demostró que Mérida sigue consolidándose como un destino clave para experiencias musicales de alto nivel, combinando talento, producción y una vibra que dejó recuerdos imborrables.
- El clima y el espacio del lugar
- La cálida y cercanía de los artistas
- Disco Bahía cuando bajó del escenario
- El sonido
- El desbalance de la rotación del escenario entre las áreas



