Por: Diego Arturo Rodríguez.
Fotos: Jaasai Meléndez
Los ciclos del Circuito Indio suelen traer consigo una muestra de artistas emergentes de hip hop en cada una de sus etapas. El sábado pasado en la terraza del C3 Stage, y correspondiente a la sexta etapa, se presentaron los colombianos Crew Peligrosos junto con el capitalino Akil Ammar.
Para quien guste del rap y de sus estimulantes amasijos semánticos de la lengua, esta era una buena oportunidad para no salir defraudado, para no quedarse al final con esa sensación de haber tirado el dinero, y de paso tiempo, al basurero.
La velada comenzó poco después de las 22 horas, cuando el rapero local Manotas tomó el micrófono y se encargó de inaugurar el escenario ejecutando con fluidez una buena dosis de rimas, lo acompañaba otro MC; el poco público que se encontraba ya instalado en el sitio los aprobó con aplausos. Manotas, por cierto, adelantó algo de lo nuevo que está creando en el estudio e interpretó a capella, casi recitó, una composición inédita que conformaría su material.
Algo que es admirable en los raperos es la gran capacidad histriónica durante sus presentaciones, se apoyan en su corporalidad, en sus gestos, en los trucos de la respiración y de las cuerdas vocales para redondear el sentido de su obra, de lo que quieren comunicar; y bueno, además no les queda de otra, ese enfrentamiento directo e inevitable con el público constituye uno de los atractivos principales de escuchar rap en vivo. Contrario de alguna manera a lo que podría suceder con una banda de rock, en la cual más de algún integrante pudiera apelar a ensimismarse en su propio instrumento y ocultarse detrás de él.
El pasado sábado se concretó finalmente la primera visita que Henry Arteaga, líder de Crew Peligrosos, hizo a Guadalajara para desempeñarse propiamente como músico. En 2016, en el marco de la FIM PRO, vino a dar una charla en la cual pudo compartir su compromiso social con la juventud de Colombia y la manera en que la música hip hop influyó positivamente a jóvenes que logró rescatar de las violentas pandillas que circundan sobre todo el barrio de Aranjuez, en Medellín.
Así que Arteaga ha sabido demostrar que es una persona bondadosa y talentoso músico, puesto que minutos después de la presentación de Manotas y aún con el entarimado caliente, fue el turno de que Crew Peligrosos abrieran con su hit “Gimme Da Beat”; empezaba a llegar más público y también se acercaban al escenario donde Henry Arteaga y compañía estaban poniendo verdaderamente el sabor, el toque, el flow, o como gusten llamarle a esa sensación de calidez ante la calidad musical y la inteligencia en el contenido de las estrofas hechas por este combo colombiano que tiene maestría para combinar el rap con distintos beats.
¿Es posible mezclar hip hop con un ritmo de salsa? Se puede, ellos lo hacen y además bastante bien, lo demostraron con “Mi Bandera”. Siguió sonando el único larga duración que tienen y que salió el año pasado titulado Madafunkies. Supieron llevar la fiesta al clímax y al baile y se despidieron cual campeones.
El único que faltaba por subir era el de la Ciudad de México, Akil Ammar, quien tiene un buen trayecto recorrido dentro del rap nacional. Es un rapero que en su obra proyecta un contenido más político y de protesta, de resistencia social. Akil demostró poseer una buena lírica, pero que sin duda dieron otros aires a la noche.
Había terminado el baile y era hora, quizá, de apretar la mandíbula, de balancear la cabeza y gritarle al Presidente que él no es tu Presidente.
Coméntanos y califica abajo ¿Que te pareció la presentación de Akil Ammar + Crew Peligrosos bajo el concepto de Circuito Indio?
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