Texto y fotos por: Mario Hurtado
Chayanne ofreció un espectáculo inolvidable para miles de fans Regias que abarrotaron el Estadio Banorte, en una noche llena de emociones, nostalgia, pasión y baile. Su gira Bailemos Otra Vez Tour constató una vez más por qué el puertorriqueño se mantiene como uno de los artistas latinoamericanos más queridos tras más de cuatro décadas de carrera.
Frente a una audiencia entregada —conformada en su mayoría por mujeres— desde los primeros acordes, el ambiente se convirtió en una celebración. Chayanne abrió con una potente sección que reunió sus canciones más bailables, como “Bailemos otra vez / Salomé / Boom Boom”, que dejó claro que la energía sería protagonista. No faltaron los clásicos para el romanticismo: baladas como “Cuidarte el alma” y “Atado a tu amor” resonaron entre los recuerdos más queridos del público. En contraste, temas como “La clave”, “Baila, baila” trajeron la adrenalina de nuevo al escenario.
El tour “Bailemos Otra Vez”: Esta gira ha sido diseñada para reconectar con sus fanáticos después de las restricciones derivadas de la pandemia, invitando al público a bailar, sentir y revivir los momentos compartidos. Cada presentación mezcla lo nuevo y lo clásico, con una puesta en escena llamativa, vestuarios que cambian, mensajes de gratitud y cercanía con su audiencia. Los setlists han incluido tanto los éxitos compartidos generación tras generación como sus recientes canciones que apuntan a renovar su repertorio.
El momento íntimo llegó cuando Chayanne interpretó “Yo te amo” generando lágrimas y grandes ovaciones. Para el cierre, temas imprescindibles como “Tiempo de vals” y “Un siglo sin tí” y “Torero” sellaron una noche que nadie en Monterrey olvidará pronto.
El público conformado en su mayoría por mujeres vivió una noche de reminiscencias, de historias compartidas, de romance, y también de baile y liberación. Muchas de esas mujeres crecieron escuchando sus baladas, acompañándose de sus canciones en etapas importantes de sus vidas — primeras citas, amores imposibles, despedidas y también nuevas ilusiones. Y Chayanne lo sabe: entre canción y canción hubo guiños, historias, y momentos dedicados a esas memorias que atraviesan el tiempo.
El concierto de Chayanne en el Estadio Banorte de Monterrey fue mucho más que un recital: fue un reencuentro emocional con su legado, una invitación a bailar y soñar, y una reafirmación de que la música puede conectar generaciones. Sin duda una noche para recordar.
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