Texto por: Julio Del Toro

El cantautor puertorriqueño Álvaro Díaz presenta su tercer álbum de estudio, «Sayonara», un viaje musical que explora las distintas etapas emocionales que atraviesa una persona tras una ruptura amorosa.

El disco inicia con «TE VI EN MIS PESADILLAS», donde Díaz despierta de una pesadilla y se da cuenta de que su relación ha terminado. A partir de ahí, nos sumergimos en un torbellino de sentimientos:

En «KAWA», «GATITAS SANDUNGUERAS VOL. 1» y «PLN», Álvaro se refugia en la compañía de otras mujeres para olvidar su dolor.

«FATAL FANTASSY» nos presenta a una mujer que también ha pasado por una ruptura y se convierte en el objeto de deseo de Álvaro.

 

Álvaro Díaz

 

«LENTITO» muestra a Álvaro como un «Bad Boy» mientras que en «1000CANCIONES» se pregunta si ella todavía lo recuerda.

«BYAK» marca un punto de inflexión en el que Álvaro se recupera y está listo para volver a disfrutar de la vida.

En «SIN PODERES», la chica que le rompió el corazón comienza a darse cuenta de su error. El interludio «MAMI 100PRE SABE» ofrece un mensaje de esperanza de la madre de Álvaro, quien le recuerda que la vida tiene sorpresas.

El viaje continúa con «PR NO HACE FRIO», donde Álvaro confiesa que espía a su ex en Instagram, y «A MI NOMBRE», donde rememora los momentos íntimos que compartieron.

En «QUIEN TE QUIERE COMO EL NENE», la vulnerabilidad se apodera de Álvaro y admite que aún la quiere de regreso. Sin embargo, en «MAJIN BUU» el deseo sexual lo domina.

«YOKO» revela el anhelo de Álvaro por un amor eterno, mientras que en «QUIZAS SI QUIZAS NO» se cuestiona si realmente está listo para dejarla ir. La recaída llega con «RAMONA FLOWERS», donde expresa su profundo dolor.

 

Sayonara

 

Finalmente, en «FUNERAL» entierra su amor, dispara «tiros» en «GOLDEN GUN» y le dice adiós a su pasado en «NO LLORES SI ME VOY».

«Sayonara» es un álbum que te hará sentir identificado si has pasado por una ruptura amorosa. Con letras honestas y melodías contagiosas, Álvaro Díaz nos recuerda que el amor y el desamor son parte de la vida, y que siempre hay esperanza para seguir adelante.

 

Martín Esparza

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