Texto por: Diego Reyes
Fotos por: Michel Reyes y Miguel González
La noche del 4 de diciembre de 2025 quedará grabada en la memoria de Guadalajara como una de las experiencias electrónicas más pulidas, emotivas y sorprendentes del año. Lo que inició como un concierto esperado por miles se transformó en un viaje audiovisual donde la música, la luz, el espacio y el público encontraron una sinergia perfecta.
Una noche presentada por Acto Live, que nuevamente demostró por qué es una de las promotoras más finas y arriesgadas de la ciudad.
Y aunque el plato fuerte era sin duda The Blaze en Guadalajara, el primer gran regalo llegó dos días antes del show.
Lewis OfMan: el regalo inesperado que encendió la noche
Cuando Acto Live anunció que Lewis OfMan sería el opening act, la noticia corrió como un pequeño incendio entre los fans. No solo era una sorpresa, era un privilegio: ver a uno de los productores franceses más interesantes de su generación en un venue diseñado para la inmersión total.
Lewis comenzó su set a las 8:50 pm, desplegando una mezcla magnética de synth-pop, electrónica elegante y funk psicodélico. Con Sonic Poems y Cristal Medium Blue como ejes, su performance fue una combinación deliciosa de energía, improvisación y un carisma desbordante que se intensificaba cada vez que intentaba hablar español. Su personalidad, sus movimientos casi teatrales y su habilidad para manipular pads, teclas y moduladores hicieron que el público olvidara que era un “open act”.
Fue un show completo, visualmente potenciado por el equipo de luces montado para la presentación principal, y con momentos que se sentían íntimos y expansivos al mismo tiempo.
The Blaze en Guadalajara: un viaje emocional y audiovisual en The Lab
A las 10:00 pm, sin un segundo de retraso, inició el acto principal. El dúo francés The Blaze, conocidos por su mezcla de french house sentimental y su impecable dirección cinematográfica, abrió su set con “Haze”. Esa línea inicial —Come with me— se sintió como un portal: una invitación a dejar fuera el mundo exterior y entrar en el universo sensorial que solo ellos pueden construir.
The Lab: un venue convertido en experiencia
The Lab fue, sin duda, el escenario perfecto.
Aunque en algunos puntos había detalles de audio, el venue funcionó de manera sobresaliente:
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Zona indoor: sonido directo, pantalla masiva y energía comprimida.
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Zona outdoor: dos pantallas gigantes en circuito cerrado, pasto cómodo para sentarse o recostarse, estrellas visibles y una luna llena que parecía coordinada con la producción.
La posibilidad de ver a The Blaze desde el pasto, sintiendo la vibración del bajo en el pecho mientras la ciudad brillaba detrás… fue casi poético.
Un setlist diseñado para no dejarnos respirar
Su setlist fue todo lo que esperaba y más: una cascada emocional impecable.
Las que sonaron y fueron mis favoritas:
- Dreamer
- Eyes
- Clash
- Places
- She
- Heaven
- Territory
Cada canción era un ascenso. Cada visual, un microuniverso. No hubo pausas, no hubo “momentos muertos”. The Blaze construyó un relato continuo durante hora y media que, personalmente, sentí como 20 minutos. El tiempo simplemente dejó de existir.
Una noche sold out, íntima y expansiva
Éramos 4,000 personas, un sold out total. Sin embargo, por momentos, el concierto se sentía casi privado.
La forma en que el dúo interactuaba —sin palabras, solo con música— creaba la sensación de estar viendo algo muy personal, pero compartido colectivamente.
Si alguna vez dudaste en ver a The Blaze en vivo, no lo vuelvas a pensar. Es una experiencia que se vive, no se cuenta.
Un cierre perfecto para un día memorable
Entre el regalo inesperado de Lewis OfMan y el espectáculo audiovisual monumental de The Blaze, el 4 de diciembre se convirtió en una de las noches más especiales del año para la escena electrónica tapatía.
Fue una experiencia donde cada elemento funcionó:
La gente.
El venue.
La producción.
La luna llena.
Y, por supuesto, la música.
Guadalajara vivió un evento que seguirá resonando por mucho tiempo.
- La combinación de clima, venue y música
- El regalo con Lewis OfMan
- Las pantallas y visuales
- El calor en momentos dentro del venue