Por: Jimmy Valentino.
Ante la ovación del fiel público, Boom Boom Kid (pseudónimo artístico de Carlos Rodríguez) volvió a Guadalajara para presentar en el Anexo Independencia un concierto acústico lleno de emociones.
Desde muy temprano las puertas estaban abiertas. El Anexo Independencia es un lugar para presentaciones íntimas. No hay puertas traseras, ni zonas preferentes, aquí los artistas y el público conviven en el mismo espacio.
El mismo BBK se dedicó a vender su mercancía oficial, estaba inmerso en la lectura de “Django Reinhardt: un gitano en París”, misma que interrumpía cada vez que un fan se le acercaba para pedirle una foto y a las que amablemente accedió.
La gente comenzó a llegar, el encargado de abrir el show fué Tony Encarnación, vocalista y guitarra de No Neim. En una noche pactada únicamente para canciones acústicas, Tony la dotó de sentimentalismo con “12 Leguas”, un cover de José Alfredo Jiménez que aprendió de su abuelo y a la que le agregó ese toque de punk que caracteriza a No Neim.
El dueto Rata y Álvaro le dieron continuidad a la noche con “Por eso me Voy” y más canciones de su material. Una presentación sorpresiva fue la del reencuentro de HUGO, el proyecto alterno conformado por músicos de No Tiene La Vaca, cuya separación ocurrió en octubre del año pasado y volvieron juntos al escenario sólo por esta ocasión.
Esta máquina mata fascistas
Boom Boom Kid se subió al escenario a las 11:35 de la noche, únicamente con su guitarra y una carpeta con las canciones impresas. Inmediatamente lanzó una sentencia; “Sólo le voy a pedir al iluminador que encienda las luces por favor, quiero ver a la gente que vino a verme”. La sencillez de un artista se mide entre los que quieren mirar al público y los que sólo quieren ser observados mientras tocan.
En cuanto las luces se encendieron y se desvaneció la penumbra, BBK tocó “A Veces Me Pregunto Yo”. La canción siguiente fue precedida por un discurso; “Eduardo Mateo fue un gran cantautor argentino, esta canción habla de los problemas y de nosotros”. En primera fila un asistente se rió; “¿Te causa gracia?”, le espetó el artista; “Qué bueno, si te hago reír significa que serví para algo”. Después de la charla Carlos interpretó un brillante cover de “Príncipe Azul”. Durante el transcurso de la noche hubo una constante interacción entre Boom Boom Kid y la gente que estaba ahí frente al escenario. El público se animó con “Otro Mundo” y “Gurisitio”, un cover de Daniel Viglietti. BBK es respetuoso al hacerles homenajes a los cantautores argentinos.
Después de “Lo único feo es no tener por qué vivir” y “Mundo plástico”. Boom Boom Kid se tomó un momento para hablar de Woody Guthrie; “fué el primer blanco en tomar una guitarra y cantar en las calles con la gente negra, en su guitarra tenía escrita la frase: esta máquina mata fascistas. Bob Dylan dijo que si no hubiera conocido a Woody Guthrie quizá nunca habría tomado una guitarra”. Acto seguido BBK hizo un brillante cover de “This land is your land”.
La música de Boom Boom Kid es contrastante, directa y llena de sentimiento. Entre el público había un hombre tatuado de la cara que cargaba en sus brazos a un niño mientras le cantaba al oído “Dudu”. La sonrisa del pequeño valió el costo del boleto. El concierto acústico resultó muy curioso, durante “A mi bichito de luz”, Boom Boom Kid utilizó únicamente el instrumento principal de los cantantes, la voz, esta canción fue interpretada totalmente a capella.
Durante más de una hora de música, el argentino llevó al público tapatío por un viaje de sensaciones, un viaje que culminó con un artista y su guitarra despidiéndose de la gente que lo acompañó entre coros y aplausos, gente sin la cual el artista no sería nada.
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