Texto por: César Ruiz
Fotos por:Miguel González
La pasada noche de viernes, a unos cuantos kilómetros de distancia para la mayoría, y sin tener que desembolsar toda una quincena, se presentaba Yngwie Malmsteen en la ciudad. Guanamor Teatro Studio fue el recinto que nos tenía preparada una noche llena de buena música en manos de una leyenda viviente.
El show dio inicio con la presentación de Megaton, banda radicada en Guadalajara que cuenta ya con una trayectoria considerable. Sonaron los primeros acordes distorsionados que fueron traspasados por la implacable voz de Hadryan su vocalista , que desde un inicio hizo constar el alto registro vocal que es capaz de alcanzar.
Con un estilo heavy y melódico hicieron voltear los rostros de todos los asistentes que presenciaban una banda con oficio y que supo poner un show abridor como se debe, alternando entre la velocidad y alguna que otra balada, pasaron la prueba de fuego y dejaron al publico a tono para lo que se avecinaba.
Pasadas las 10 pm, con las luces apagadas y solo los focos led rojos de la pared de amplificadores Marshall en el fondo del escenario, se escucharon los primeros riffs que anunciaban la presencia del señor Yngwie Malmsteen. Iluminación carmesí, humo en el escenario y “Rising force” fueron la antesala para por fin verlo en escena acompañado de su banda.
El nivel de exigencia al detalle de Yngwie se notó de inmediato al pedir a los fotógrafos y camarógrafos que solo estuvieran de su lado derecho del escenario, mismo lugar donde estaba ubicada su magnífica banda de apoyo, conformada por Nick Marino en teclado y voz, Emilio Martínez en el bajo y Brian Wilson en la batería.
El shred en su máxima expresión no se hizo esperar en temas como “Relentles fury” o “(Si Vis Pacem) Parabellum”, ambos provenientes del álbum Parabellum (2021) mismo que da nombre a su actual gira internacional.
A la par que Yngwie hacía gala de sus habilidades fuera de lo común con su mítica guitarra Stratocaster escalopada, se daba el tiempo de arrojar púas de guitarra entre los asistentes, mientras tanto, él hacia toda clase de excentricidades con su instrumento, sin duda, un showman consumado.
No podían faltar sus épicas versiones a temas de música clásica como “Badinerie” de J.S. Bach y “Adagio” de Paganini, para luego volver al ataque con “Seventh sign”, donde su tecladista Nick Marino se lucio en la voz y el teclado, generando surreales armonías para acompañar a la guitarra de Malmsteen.
El sueco aun nos tenía preparadas varias sorpresas, como el cover de “Smoke on the water”, un sobresaliente solo de batería en manos de Brian, y más muestras de virtuosismo, como en “Trilogy”, en donde sus manos en las cuerdas eran más rápidas que la vista.
Yngwie se despidió la primera vez luego de dejar sonando su guitarra en una frecuencia con la capacidad de reventar tímpanos; las luces se apagaron por un momento, y regreso para interpretar esa obra maestra llamada “Black Star”, dando, ahora si, por concluido su show con un -gracias Guadalajara-.
Poseedor de una personalidad magnética y perfeccionista, no cabe duda que Yngwie está en la cima junto a los mejores guitarristas de la historia, por lo tanto haberlo visto esta noche es una de esas anécdotas que seguramente guardaremos para la posteridad.
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¿Qué te pareció la presentación de Yngwie Malmsteen en Guanamor Teatro Studio?
- Yngwie y su talento que son un imán de reflectores y miradas
- La diversidad de edades que se reunió para apreciar verdaderos músicos en vivo
- Haber visto a una leyenda de la guitarra tan cerca
- Yngwie se puso algo exigente con las cámaras.
- Algunas canciones fueron tocadas en versiones mas cortas.
- La iluminación casi todo el tiempo fue únicamente de tonalidad rojiza.