Underøath y Memphis May Fire, un desenfrenado despliegue de poder.

Texto por: Cesar Ruiz

Fotos por: Gilberto Rodríguez

Este inicio de año ha sido vibrante y convulso musicalmente para Guadalajara. Todavía no termina Enero y ya han pisado suelo tapatío cuatro diferentes agrupaciones de punk y metal-core, Kaotiko, The Offenders, y las dos restantes, en una misma noche y lugar, hablamos de los tejanos Memphis May Fire y los oriundos de Florida, Underøath.

Desde que los asistentes iban llegando al acceso de Guanamor Teatro Studio se podía sentir una vibra electrizante. Una peregrinación fúnebre, ya que la mayoría vestía de negro, se juntaba lo más cerca al escenario posible; todavía había gente afuera cuando una secuencia electrónica marcaba el inicio del show, misma que fue traspasada por la voz gutural de Matty Mullins con «Left for dead».

Memphis May Fire se encargaría de suministrar las primeras dosis de metal-core de la noche, siendo las 3 primeras canciones de su más reciente álbum Remade In Misery (2022). Matty, voz principal, maneja un rango vocal que va de lo melódico a lo hardcore, y del que hace un gran uso cuando los sonidos procesados de guitarra, y los breakdowns de batería llevan canciones como «The abandoned» a su clímax.

El set de los MMF consto de 13 canciones, cerrando fuerte con «Bleed me dry» y «Blood and water», y haciendo un gran trabajo en encender los ánimos de los presentes que ya estaban ansiosos por ver a la banda estelar, logrando que una parte del público las coreara e hiciera headbanging como en sus mejores tiempos.

Después de una pausa de unos 15 minutos se apagaron las luces, y tan pronto como Underøath subió al escenario, la multitud perdió el control al sonar el pesado riff de «Take a Breath», seguido por la emblemática «Writing on the Walls» que conjunta la desgarradora voz de Spencer Chamberlain con la envolvente voz de  Aaron Gillespie, formando una dupla imperdible en vivo.

La banda no dejaría caer la energía en ningún momento, sin embargo, un highlight de la noche fue «Hallelujah» que inicia con un mantra secuenciado que reza “cut the lights, face yourself, we’re not dreaming, this is hell” y reúne todo lo que Underøath mejor sabe hacer, pesados breakdowns y riffs de guitarra de Tim McTague, los brutales gritos de Spencer y la intrincada batería y melódica voz de Aaron, que se luce en esos pasajes etéreos y apacibles, hasta que vuelve a estallar segundos después. De lo mejor que la agrupación ha hecho en su carrera.

Otro gran momento fue cuando Spencer pidió hacer un espacio al centro para crear un mosh pit que exploto con «Illuminator» y el himno emo «Reinventing your exit», y acá es donde más de alguno pudo pensar, “definitivamente, no era solo una fase”.

Interpretaron también su sencillo más reciente llamado «Let go», que da algunos indicios de la nueva dirección sonora que está buscando la banda, y que si bien muestra un panorama más comercial, no dejan de lado su esencia.

Underøath se despediría de su primera visita a Guadalajara con la intensidad de «A moment suspended in time» para luego cerrar su set con su tema más popular «A Boy Brushed Red Living in Black and White» que hizo volar vasos con liquido por los aires, y genero desenfrenadas interacciones entre los asistentes, desde frenéticos saltos grupales, hasta espontáneas incursiones al mosh de los que, hasta ese punto se habían mantenido al margen.

Un doble show cargado de adrenalina y que nos llevo de vuelta a una época donde las preocupaciones eran de otra índole y lo que más se valoraba era la lealtad de una buena amistad o pareja. Cruzamos los dedos por más shows como estos en el futuro cercano.

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