Texto por: Miguel Preciado
Imágenes por: Paola Baltazar
A lo largo de más de 25 años, el Sónar Barcelona ha demostrado que la música electrónica, el rap y alternativa es una excelente opción para armar un festival de talla internacional que se ha replicado en otras ciudades como Buenos Aires, Tokio, Londres, Reikiavik, Toronto y NY.
El rumor de la edición en México fue recurrente, hasta que a finales del 2018 se confirmó con una sorpresiva fiesta con el ícono Laurent Garnier lo que muchas personas esperaban: Sónar México.
Al llegar al Parque Bicentenario se podía comenzar a notar la esencia del festival, con banderas, tótems con la información de los horarios y al instante ver el primer escenario: SonarDome, llevándonos la sorpresa de que replicaron el formato característico de carpas y estructuras techadas de Barcelona, incluso respetaron el nombre de los escenarios, siendo el principal el SonarClub y completaba el festival el SonarLab.
Iberoamérica también sabe hacer beats.
Como lo indicaban los horarios, el talento nacional comenzaba con los beats para los asistentes que arribaron temprano, Roderic y Machino ponían en alto el nombre de México, Noa Sainz demostraba el porqué es la nueva promesa del R&B latino y el Español Alizzz fue el primero en reunir una considerable asistencia en su escenario, un set repleto de trap y ritmos latinos donde sonaron Bad Bunny, C.Tangana y hasta Rosalía, pero el primer gran momento del festival surgió cuando mezcló “Dilemma” de Nelly Ft. Kelly, la emoción del publico fue notoria.
El SonarLab quedó encendido para el show del Guatemalteco Jesse Baez, en el cual pudimos escuchar “No eres tú”, “Fácil”, “Decile” y hasta estrenó una canción llamada “Capricornio”. La diversidad internacional se comenzaba a notar, en el SonarClub, Flohio llegaba desde Inglaterra a demostrar que las mujeres también rapean y lo hacen bastante bien, explayaba emoción, recordando cada que podía su anterior show en México, en el marco del Ceremonia.
Kidd Keo se notaba ansioso tras el escenario por salir a calmar a sus fans que le coreaban desde minutos antes y lo que se esperaba como el primer gran set del festival, se comprobó desde las 6:10 pm en que su DJ soltó las bases para escuchar “Foreign”, “One”, “Trap Life” e invitando al Alemán para “Touchdown”, no podía faltar su “Dracukeo”, puso a saltar a todo el público, show cumplidor del Español.
Los DJs conquistando al atardecer.
El público seguía llegando al festival y mientras comían alguna de las opciones en los Food Trucks donde encontrabas pizzas, tacos, chapatas y hasta alternativas veganas, también se podía comprar un trago o recorrer algunas de las instalaciones de arte, como el increíble “Cycles” realizada en conjunto por CocoLab (México-Alemania-Holanda), “Haba” esculturas ergonómicas hechas por el colectivo Obra Negra o el “Teorema de un Cubo” por Intus.
El sol se ocultaba y George Fitzgerald volvía locos a todos en el SonarClub con un set lleno de House y Garage, llegando a la cúspide del mismo cuando lanzó su aclamada canción “Full Circle” haciendo que el publico levantará las manos en una especie de ceremonia energética, su contraparte Nosaj Thing en un live especial acompañado de los visuales por parte del estudio Bureau Cool (US) con notoria influencia glitch art, ponían los beats más introspectivos del festival en el SonarLab.
La gran sorpresa nos la otorgaba el DJ Seinfeld con un impecable set y unos visuales envolventes con estética de galaxias y universo, no había ni una sola persona sin bailar, dotó al escenario SonarLab de una sinergia de baile y conexión de entorno maravillosa. Esto nos indicaba que los platos fuertes del festival estaban a punto de llegar.
Funk, improvisación y eclecticismo musical.
Desde que se anunciaron los horarios, nos pareció una perfecta idea ese combo doble de BADBADNOTGOOD y Bonobo, ambos compartiendo corrientes e ideas musicales, los Canadienses con la improvisación, fusion y bop, mientras que el Británico entra a la ecuación con el funk, acid-jazz y electrónica.
Tuvimos la oportunidad de ver a BBNG en Guadalajara días antes del Sónar, ahora nos tocaba en CDMX, en el lapso de espera de 30 min, la multitud se abalanzó al escenario principal para tener el mejor lugar y disfrutar del ensamble Canadiense, con un set un poco más corto, lanzaron al aire: “And That, too”, “Speaking Gently” y dos canción aún sin nombre, para llegar al gran momento sorpresa, donde el baterista Alexander Sowinski invitaba a Charlotte Day Wilson a cantar “In Your Eyes”, nadie lo podía creer, seguido del cierre con “CS60” donde Alexander invitó a todos a agacharse y en un furioso jam de batería marcar la pauta para que todos comenzarán a saltar.
La energía de Sowinski es notable, separa de su asiento, interactúa con el publico, introduce las canciones, contrastando con el resto del grupo que se dedica a tocar sus instrumentos solamente. Excelente show de BBNG, a pesar de las notables fallas del sonido en el SonarClub, que de hecho iniciaron desde el set de Flohio, pero que los Canadienses lograron aminorar.
Bonobo es un recurrente visitante en nuestro país, pero esta ocasión tuvo una tarea significativa: continuar el mood que dejó BBNG, haciéndolo como él sabe, con un set de funk, house, downtempo y hasta instantes techno.
Grime, Mosh y descontrol.
Uno de los tres actos principales calentaba motores para poner el nivel de fiesta que el festival proponía, la gente se acumulaba en el primer tercio del escenario, comenzaron los empujones para estar lo más adelante posible, era la noche en que el Grime por fin hacía su primera aparición en México desde su boom hace una década.
Como buen inglés, a las 12:15 pm, las luces se apagaron y Skepta apareció con un traje y máscara de La Casa de Papel, inició con un tímido intro de “What Do You Mean?” para soltar la bomba y los primeros beats de “That’s Not Me” hizo del SonarClub una locura, pero no fue suficiente, al terminar el track, le pedía al público “sentir nuestra energía” y prosiguió a hacer la seña con la que todos supimos que sería una noche eufórica: Skepta quería walls of death.
Sin mediar más palabras comenzó “Praise the Lord” colaboración con A$AP Rocky, convirtiendo el escenario en un campo de batalla, “Pure Water”, “Man”, “Love Me Not” e “It Ain’t Safe”, dieron continuidad al show, platicaba entre canciones y nos daba algunas referencias de las mismas, todo esto fungía como descanso para el público.
El aún más intenso final se dio con “Shutdown” y “No Security”, para ese momento ya se había desprendido la protección del suelo, había tenis tirados, lentes rotos, pero eso no importó, con el último aliento despedimos con esa energía que tanto pedía al inglés.
México sigue comprobando que necesita más Hip-Hop en los festivales, no importa si es CDMX (Run the Jewels ó Death Grips), GDL (Mac Miller), MTY (Kendrick Lamar) o Toluca (Tyler, the Creator ó Nas) el género triunfa en cada aparición que tiene.
Densa y oscura madrugada.
Los actos estelares corrían a cargo de Charlotte de Witte y Richie Hawtin, la vieja y nueva escuela del Techno, después de regresar al SonarDome -que nos recibió tan bien al inicio del festival- para ver el interesante set sombrío e industrial de Fatima Al Qadiri, artista y productora trans de Kuwait, con letras en árabe y persa y una música ensordecedora, nos fuimos al SonarLab que ya hacía cimbrar el suelo desde varios metros antes de llegar con Charlotte y esos beats que nos recuerda a la ola de Berlín noventera más oscura del género, extraordinaria forma de empatar las canciones y conducir el ritmo entre tracks.
A pesar de que eran las 2 am, el festival aún tenía su plato fuerte pendiente, a esas alturas era imposible entrar al escenario principal, las expectativas eran altas para ver a Richie Hawtin y su show “Close” diseñado para proyectar la relación maquina-hombre con un escenario repleto de sintetizadores, visuales e iluminación al más puro estilo de set cinematográfico.
Por algo Hawtin es una leyenda del género, comunión absoluta con el público, no recordamos un concierto de electrónica en los años recientes con tanta conexión, con cada beat estremeciendo el cuerpo y provocando el dancefloor más grande del país mientras el final del festival se acercaba, el punto negativo fue que casi al concluir el set, el audio se fue, reforzando las constantes fallas que tuvo el SonarClub durante la jornada. Independientemente de ese detalle, Richie siguió de manera profesional, concluyendo su show como estaba marcado.
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La primera edición del Sónar México fue una experiencia bastante buena, por el excelente venue, el cartel con lo mejor de la electrónica actual, nombres consagrados y la inclusión del rap, el cuidado al entorno, la distribución de escenarios y los horarios escalonados permitiendo ver mínimo la mitad del show de todos los artistas, pero claro, cualquier debut tiene sus detalles y algunas fallas en el audio del escenario principal, así como que la asistencia pudo ser mejor, hacen los organizadores pulan esos detalles.
Esperamos fielmente la edición 2020, este festival merece crecer por su fresca propuesta musical, así como atreverse a llevar un festival a un nuevo venue, estamos seguros que nos espera un cartel que dará de que hablar, estos géneros musicales están en constante renovación y siempre habrá propuestas interesantes para cada año ¿Y por qué no? Ir considerando un Sónar México de dos días.
Coméntanos y califica abajo ¿Que te pareció la 1era edición de Sónar México en el Parque Bicentenario?
- El Parque Bicentenario como venue y la puntualidad en los horarios.
- La calidad de los visuales.
- La primera aparición del Grime y el ambiente y vibra de los asistentes.
- Fallas del audio en el SonarClub.
- Pocos W.C y largas filas para usarlos.
- Tránsito cargado a la salida.