Texto por: Miguel Ramírez
Fotos por: Michelle Freyría
Tan solo con pasar por afuera del C3 Stage se puede notar que habrá un evento grande. Al entrar a la cueva, los aromas de cerveza calentándose, humo de cigarro y perfume potente se mezclan e incitan a la fiesta y el Pogo. El lugar se encuentra a reventar, los fanáticos ya algo desesperados comienzan a gritar. Al punto de las 9 el escenario se ilumina de una mística luz morada, Motorama aparece y comienza a probar sus instrumentos alrededor de 10 minutos, en lo que una melodía sintética de clarinete inunda el espacio del lugar.
Sobre el centro del escenario se encontraba Vladislav con su guitarra negra a un costado de las consolas, las cuales controlaba con maestría, al fondo en la batería estaba Michail, que parecía tener un metrónomo preciso sonando en sus orejas ya que no perdía el tack del vaivén postpunk, Maxim con la guitarra rítmica a la izquierda, y por último Irene con la mirada a la lejanía sonreía de tanto en tanto cuando sus fans coreaban las canciones. El sonido que parecía no parar ni cambiar nunca, se unía con las luces y neblina del escenario para regalarnos un espectáculo hipnotizante, esto no te permitía voltear hacia atrás, solo podías contemplar la circunspección y la mesura de lo que podemos llamar un post-punk ruso hecho y derecho.
Por un momento creí estar en un concierto de Interpol, luego en uno de The Cure, para luego regresar y ver a Motorama sobre el escenario explorando que tan lejos puede llegar el género, Vladislav rasgando su guitarra intensamente, tan concentrado que bien podría haber estado en el quirófano transfiriendo un corazón. Suena “Sailor’s Song” dando entrada a las canciones de su más reciente álbum “Before The Road”, después de esta canción Vladislav e Irene cambiaron de instrumento.
Cabe resaltar que malamente la banda se equivoco en el inicio de dos canciones, la primera fue perdonada por el público, sin embargo, en la segunda hubo un ligero abucheo, que con unas cuantas palabras del leader de la banda se acallo. Vuelven a cambiar de instrumentos y la fiesta punk continua, hubo mucho new wave, gótico y un ligero toque a disco dark, claramente el bagaje musical de la banda es muy grande.
Al final la banda toco alrededor de una hora y media con un sold out bien merecido, sin lugar a duda el festival adverso había dejado a la ciudad de Guadalajara con muchas ganas de reencontrarse con Motorama. Se reencontró y se quedo con deseoso de seguir disfrutando de toda esta holeada de post-punk ruso que esta llegando a nuestra ciudad.
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¿Qué te pareció la presentación de Motorama en el C3 Stage?
- La voz robótica
- El baterista y su metrónomo imaginario
- El sold out
- Se equivocaron en el inicio de dos canciones
- Sin mucha producción al escenario