Por: Andrés Solis

Ahora sí toca hablar de cosas bonitas. El 2019 nos dejó grandes momentos musicales impresionantes, y créannos, nos fue difícil hacer esta lista por tanto buen disco que nos regalaron nuestros artistas favoritos este año. Sin más, aquí nuestro conteo de los 10 mejores álbumes del 2019.

¿En qué nos basamos para tomar estas decisiones?
Más que sólo decir “nos gustó” o “no nos gustó”, tratamos de contemplar diversos aspectos, como los anteriores trabajos del artista en cuestión, la producción y ejecución del álbum, el mensaje que éste deja, y finalmente nuestra mera opinión.

Recuerda que no somos profesionales ni expertos en música, solo somos unos cuantos amantes de la música. No es necesario que estés de acuerdo con nuestro conteo, sin embargo, hay que saber respetar.

10: thank u, next – Ariana Grande.
La maduración como artista que ha tenido Ariana Grande es envidiable y no muy vista en el mercado actual de pop. A comparación de otras estrellas, no se quedó arraigada al público infantil que le dio éxito, y escaló un peldaño más allá para ofrecernos esta joya de álbum, que tiene momentos memorables y una rítmica brutal. Todas las canciones son de su autoría, y eso le da un tremendo plus. La estética minimalista va más allá de su portada y el uso de minúsculas, realmente es un ambiente tierno, escuchar thank u, next es una experiencia sonora muy poco usual.

9: Everything Not Saved Will Be Lost Part 1 – Foals.
Continuando con su legado de rock británico, y teniendo detrás grandes joyas del mismo, Foals no decepcionó con la primera parte de lo que sería un álbum doble. Everything Not Saved Will Be Lost Partes una oda al minimalismo musical, un álbum completamente ecléctico y enérgico, sin momentos de pausa ni reflexión. Suave, potente y conciso, como debe ser un disco de rock sintético inglés.

8: Disco de Oro – Little Jesus.
Un manto de jovialidad y nostalgia es lo que ha cubierto a Little Jesus durante toda su carrera, pero Disco de Oro se lleva el galardón al mejor álbum mexicano del año, sin exagerar. Las líricas son en parte simples, pero llegadoras, donde las metáforas y las frases de índole cotidiano inundan, unas letras con las que cualquier puede identificarse y sentirse lo más sensible posible. Y es que sí, Disco de Oro es una muestra de cómo hacer un disco de rock melódico y nostálgico, y en parte experimental por la cantidad de sonidos nuevos y frescos que utiliza la agrupación. Definimos a Disco de Oro como un disco retro-futurista bañado en nostalgia, y arropado por el manto más fino de los años 80’s.

7: Flamagra – Flying Lotus.
No podía quedar fuera de este conteo la joya de Flying Lotus. Cada álbum de este gran genio es bestial, una catarsis sonora impecable, pulida hasta al más mínimo detalle. Es un disco cuidado, querido y hecho con mucho amor. Se nota un cariño especial del autor hacia el álbum. La mezcla de elementos del dance y el techno da un aire de frescura y vanguardia nunca antes sentido.

6: Oasis – Bad Bunny, J Balvin.
Lo aestheticno pasa de moda, y menos si estos dos colosos de la música lo mantienen vivo de la manera más auténtica y pulcra posible. Más que la portada del álbum, esta temática sintética, futurista, kawaii aesthetic perduran durante la media hora que dura el disco (y ojalá fuese más tiempo). Los arreglos sonoros son una pasada de lanza, y hasta los que están en off. Todo está muy bien estructurado, todo está en su lugar. Oasises la digna secuela a los anteriores trabajos de Bad Bunny y J Balvin, y es que piénsalo, Oasis es la combinación perfecta entre el estilo de ambos artistas. Tomaron lo mejor del reggaetón y trap latino y crearon esta joyota. Una digna continuación al Vibras (J Balvin) y X100PRE (Bad Bunny). Además la química entre ambos exponentes es única. Con certeza te lo digo, mi hermano, J Balvin y Bad Bunny son los únicos que están revolucionando el reggaetón latino.

5: Jesus Is King – Kanye West.
Fungiendo más que nada como un disco góspel, Kanye no deja sus raíces y sigue demostrando por qué es de los exponentes más importantes de la historia del hip hop. En compañía con la Sunday Service Choir, Kanye lleva el cristianismo a otro nivel nunca antes visto. Si bien se compara y ha comparado múltiples veces con Jesucristo, quizá esto sea algo retórico para el disco en sí. Además, tomando en cuenta lo poquísimo que pudimos escuchar del nunca nacido Yandhi, Jesus Is King es una digna y más pulida versión del ya mencionado.

4: ANIMA – Thom Yorke.
El falsete más querido de Inglaterra lanzó este año un álbum que es considerado como de los mejores de la década, y es que ANIMA, teniendo de antecesor al Tomorrow Modern Boxes, hace un excelente trabajo de seguir escalando y escalando. La atmósfera ruda pero tierna del disco lo hacen bastante accesible para todo tipo de escuchas. ANIMA es un techno synth muy bien estructurado, con unas bases sólidas y los pilares bien puestos. Se nota un verdadero balance, además deja muy en claro el mensaje a dar.

3: Fear Inoculum – Tool.
A pesar de los esfuerzos de la banda por mantener un nicho de misterio en torno a su música (incluyendo años de entrevistas crípticas) y también considerando el no aparecer en sus portadas, se entiende el porqué de la demora por sacar un disco nuevo. Algo que en verdad nos cautivó de este álbum es cómo la voz se incorpora tarde en la canción, a paso tranquilo, a su ritmo, creando una atmósfera gradual y sobre todo enigmática, llena de misterio y mucho por comprender, pero esta es la magia de Tool.

2: Magdalene – FKA twigs.

Esto debería estar en lo mejor de la década. Magdalene es una obra maestra, un álbum que puede ser comparado con alguna pintura surrealista, de carácter potente y folclórico. Si de música experimental se habló en 2019, FKA twigs se lleva la corona este año. Y es que ser más que música vanguardista y de culto la vibra enigmática de la cantautora dan mucho en qué pensar. Para empezar, lo cautivante de sus instrumentales, que osan de calidad bestial y un aura tallado por los mismos dioses. Una jo-yo-ta.

1: IGOR – Tyler, The Creator.
Cuando Tyler anunció lo que sería la secuela de Flower Boy quedamos atónitos, las expectativas fueron altísimas. Y sí, fue una obra maestra. En IGOR, Tyler nos muestra un personaje nuevo, un chico gay enamorado de otro cuyo amor no es recíproco. Así, sencillo, real y bastante cotidiano, pero la magia está en la manera de contar la historia. Dejando de lado se faceta de rap (aunque no del todo), nos muestra un umbral de posibilidades, donde la experimentación es la principal protagonista, con elementos del soul y R&B contemporáneo. La naturalidad del álbum hace de IGOR el mejor álbum del año. Así, sin más.

 
Ever González

* Ingeniero por vocación * Melómano por convicción * Conciertos * Deportivo Guadalajara * Viajes * Cerveza

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