Texto por: Michelle Freyria
Fotos por: Salvador Medina
Maradona, el Estadio Azteca y el Atlas juntos, todo esto es posible es un concierto de Andrés Calamaro.
El cantautor argentino regresó a la ciudad, y a uno de sus recintos favoritos, el Teatro Diana.
Ante un foro lleno, Calamaro salió a escena puntual, elegante de traje y camisa con detalles orientales.
La velada prometía, desde el anuncio del concierto, ya que su gira actual reúne temas de antaño y algunos recientes, así como homenajes y colaboraciones, como fue “Hong Kong” (canción del disco El Madrileño de C.Tangana), un fragmento de “Nowhere man”, de Los Beatles, “Sin Documentos” de su banda Los Rodríguez y “De Música Ligera”, de Soda Stereo.
A través de 22 canciones, Andrés volvió a conducir a la audiencia a la fiesta brava, el amor, desamor, los aeropuertos, los estadios y los recuerdos. El público en momentos reflexivo, con lágrimas en los ojos y en otros efusivo, como en las gradas de un partido, hondeo playeras de la selección argentina, así como del equipo tapatío roginegro, resaltando un momento en la noche que un espectador aventó una gorra de dicho equipo, misma que el cantante recogió, portó y dejó en su momento en el pedestal del micrófono.
“Gracias Guadalajara, es un honor volver a este recinto”, expresó en varios momentos Calamaro, quien lucia de buen humor, en esta ocasión, y se mostró constantemente agradecido, aventado dos rosas al público, mientras aclaraba que “no se puede vivir del amor”, incluso besando el suelo poco antes de terminar el recital. Una vez más el cantautor argentino sedujo a los tapatíos, ademas de con sus letras, con una cuidadosa iluminación, pantallas y videos emotivos, en los que en momentos apareció la cantante Lila Downs.
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