Texto: Miguel Ramírez.
Fotos: Fanny López
Antes de entrar a el lobby del Conjunto Santander en una pantalla muy grande se estaba reproduciendo un video que llamo mi atención donde Ara contaba sobre su vida y su día a día, sin saberlo nos estaban preparando para un espectáculo muy humano, llena de anécdotas, risas e historias desgarradoras.
Sentados en el teatro de pronto todo se oscurece creando un aura de expectación, una luz tenue se enciende alumbrando a un tecladista, la música empieza a emanar del instrumento y el músico empieza a sonreír al escuchar los aplausos del público, al minuto toda la banda se le une y las luces nos dejan visualizar a dos violines, una viola, bajo, batería y guitarra. Ara sale a escena y se une a su banda que poco a poco acalla para darle protagonismo a la estrella de la noche. Tocaron una pieza maravillosa que duro alrededor de 10 minutos que conto con solos sorprendentes de violín, una estupenda mezcla de viola y violín, un solo de guitarra y un cierre de Jazz estupendo.
Ara después de la primera pieza agradece enormemente a el público y dice lo siguiente “Este espectáculo se trata de contar mi experiencia en los garajes, los músicos muchas veces enfadamos a las personas más cercanas con nuestra música por lo que terminamos ensayando en garajes”.
El primer garaje de Ara fue el Líbano, en el sótano de su casa durante la guerra civil del país, y deleito a su publico con una pieza inspirada en la música que escucho de su familia en ese sótano, una pieza muy triste al principio pero que mientras avanza se torna en una melodía de alegría y baile.
Ara comienza a contar su segunda anécdota, una historia magníficamente cómica que saco muchas risas a su publico y que creo una hermosa conexión en el teatro, la canción que conecta a esta época de su vida es pisando flores una melodía alegre inspirada en la música de bodas judías.
La tercera anécdota del musico se traslada a Londres donde comienza a tocar con una banda de Noruega en la que se tenía que disfrazar de castor para tocar, la canción que conecta a la anécdota es dedicada al castor y es una melodía muy triste de guitarra eléctrica y se transforma en una melodía que recuerda al reggae de antaño.
El teatro vuelve a oscurecerse y en el escenario solo se quedan el tecladista y el guitarrista tocando una melodía muy triste, de repente aparece ara y los acompaña con la melancolía de su instrumento, cabe resaltar que toda la banda tiene una excelente química y eso se notaba muchísimo al verlos. Regresa toda la banda y comienzan a tocar Sweet Child of Mine de Guns and Roses mientras el público tararea la melodía.
La Cuarta anécdota nos transporta a España cuando Ara tocaba en la sinfónica de Madrid, y la banda comienza a interpretar Valse-scherzo de Tchaikovsky. La quinta anécdota fue sobre Björk así que interpretaron Bachelorette de la cantante. La sexta y última anécdota trato sobre los inmigrantes e interpretaron aliens office una pieza donde los músicos dieron todo de si, ara dando brincos y haciendo movimientos sorprendentes con su violín.
Al término de la melodía de publico les aplaudió de pie durante 3 minutos, y ara les recompenso tocando La Llorona y Misirlou una pieza llena de energía, lo que provoco que el publico volviera a ovacionar al musico de pie. Ara cerro el concierto tocado mientras caminaba por los pasillos del recinto dándole un toque excepcional al espectáculo.
Al final el concierto consto de 13 piezas musicales, anécdotas y risas dejándonos un espectáculo de primer nivel y esperando que Ara Malikian regrese con su alegría y vibra tan contagiosa.
Coméntanos y califica abajo. ¿Que te pareció el concierto de Ara Malikian en el Conjunto Santander?
- La vibra que tenía la banda.
- La humildad de Ara Malikian.
- Sus grandes movimientos.
- No hubo nada malo.