Texto por: César Ruíz
Fotos por: Luis Alberto Pérez López
Lo acontecido en la noche del sábado en el Guanamor Teatro Studio es un buen ejemplo de cómo músicos comprometidos con el arte, mas allá del show business, pueden generar experiencias tan agradables, a la vez de convocar a un público tan diverso entre sí, desde la edad hasta el género, y juntos llegar a ese momento de disfrute colectivo en presencia del artista.
Y es que la jornada musical nos recibió con la presentación de Gisun cuya música deambula sin reservas entre el soul, bossa nova y folk. La propuesta de la artista canadiense fue bien recibida por el público y aprovecho un momento para interpretar un tema de Natalia Lafourcade para luego despedirse.
Tras una breve espera, estaba próxima a salir a escena una mujer tapatía cuya vocación como impulsora de la cultura es innegable. Sara Valenzuela tomaría el escenario para interpretar varios temas que forman parte de su carrera solista, y para esta ocasión estuvo acompañada por integrantes de Troker en batería y teclados, Sergio Madrigal en la guitarra y Richie Arreola en el bajo. Con claras influencias provenientes del blues, jazz y funk, presentaron un show energético que a la par de la expresiva voz de Sara pusieron al público a tono para recibir al acto principal de la noche.
Llegaba el momento de ver a los Aterciopelados lo que desato una sonora ovación que se incremento al momento que Andrea Echeverri salió al escenario con uno de sus llamativos atuendos para dar inicio al show con “Cosita seria”. A partir de ahí el concierto se desenvolvió con harta complicidad entre la banda y su público, ya que Andrea se dio el tiempo de contar algunas anécdotas como la primera vez que visitaron Guadalajara en los años 90s o cuando conoció a Hector Buitrago, bajista y fundador, que en esta ocasión no pudo estar presente.
La noche tuvo de todo un poco, las rolas que se corearon incansablemente: “En la ciudad de la furia”, “Maligno”, y “Florecita rockera” a dueto con Sara Valenzuela, las que nos pusieron a bailar: “Baracunatana”, “El estuche”, “Luz azul” y las que sutilmente nos hicieron reflexionar sobre temas sociales: “Antidiva”, “Piernas” y “Meditacielo”.
Andrea se mostro en todo momento agradecida con la respuesta del público y entre mezcales, anécdotas y canciones llego el momento de despedirse, no sin antes interpretar “Bolero falaz” que literalmente puso a todo el mundo a brincar, y cuando parecía que ese era el final del show, Aterciopelados salieron una vez más para complacernos con “He venido a pedirte perdón” original de Juan Gabriel y una gran versión de “Mátenme porque me muero” de Caifanes, que sin duda fue lo que corono un show memorable, de una banda atípica en el panorama musical actual, pero quienes apreciamos la autenticidad artística, ahí estaremos cuando los colombianos vuelvan a la ciudad.
Coméntanos y califica abajo. ¿Qué te pareció la presentación de Aterciopelados en Guanamor Teatro Studio?
- La elección de actos abridores.
- La interpretación de Andrea y la respuesta de los asistentes.
- Buena organización y venue adecuado para ver y escuchar a los artistas.
- Leves fallas técnicas en el audio.
- Se extraño el carisma de Hector Buitrago en el escenario.
- El pago de alimentos y bebidas se tiene que hacer por medio de una tarjeta de recarga del recinto.