Un lobo Siamés con máscara de zorro quedó suelto en GDL

Texto y fotos por: UnBeto

Desde temprana hora de la tarde de este domingo 29 de mayo, la gente ansiosa hacía fila a lo largo de la banqueta aledaña al C3 Stage. ¿El espectáculo? Ver nada más y nada menos toda la energía y buena vibra que liberaría un lobo encerrado en el talento de Siamés.

 

Siamés la banda de electro indie rock, llegada desde Argentina desde hace unos días a nuestro país, pisaba el suelo tapatío como todos los rockstars que son, después de haber deslumbrado los oídos capitalinos, poblanos y norteños. Y tuvimos la oportunidad de tenerlos en nuestra ciudad gracias a MANO y B&M. 

 

Los asistentes jóvenes en su mayoría vestían elementos propios de la cultura popular del país del son naciente, desde el sombrero de paja, el sello de la aldea de la hoja, el cetro lunar, hasta el típico traje escolar de colegiala.

¿Y esto que tenía que ver? Siamés es una agrupación que encontró a sus más fervientes seguidores en el sector de quienes gustan de las aventuras animadas del país nipón, el ritmo de sus melodías así como el apoyo visual de sus videoclips rescatan elementos propios que esta subcultura han dominado en las últimas décadas. 

 

En el escenario cuidadosamente colocadas, se encontraban varias máscaras de Kitsune y Neko (zorro y gato) que ratificaban que la banda había acertado en el nicho ideal para su audiencia. 

 

La espera se amenizaba al unísono de «Oee Oe Oe Oe Siamés Siamés» así como dos personas en la multitud, cargaban un peluche del Dr. Simi, ambos alzados eran movidos como si de unas retas de baile se tratara, mientras que los asistentes gritaban «Simi Simi Simi»

En punto de las 20:30 horas, apareció en el escenario Justo Spillman junto a su guitarra para darle rienda suelta a esta increíble noche. Muy bien recibido por el público, quién calmó el hambre musical de los espectadores.

Así como cuando una bestia feroz no recibe su alimento y se comienza a impacientar, la multitud clamaba por a quienes venían a ver. La espera no duró mucho y entrando con gran estilo a tomar los instrumentos los integrantes de Siamés entonaron como intro «Home». 

Después de algunas canciones, Stoltz se tomó unas palabras hacia el público tapatío, agradeciendo la asistencia y rematando con «Guadalajara, los queremos oír cantaaar» para dar acto seguido a «Mr. Fear» una de las canciones más emblemáticas del primer álbum. 

Es realmente gratificante cuando ves un show con tanta energía como el que nos daban en el entarimado, Blakk con un dominio excelso de los teclados, Stoltz en la voz principal, así como auxiliado por Barbie Williams, quien además derrochaba talento con su baile así como Gonzo Rooster dejaba claro que la guitarra era su maestría. Se hizo mención a que un día antes fue cumpleaños de Gonzo, y como buenos mexicanos, le entonamos las mañanitas como las cantaba el rey David. 

Llegaron las noches de verano «Summer Nights» acompañadas de una lluvia de estrellas de confeti, que hicieron explotar nuevamente a la asistencia, entre baile y canto. 

Por un momento salieron todos los integrantes, sabíamos que no era el fin, solo un pequeño descanso, y unos minutos después regresó Stoltz con una guitarra acústica, para entonar en soledad «If I Only Knew», composición donde Justo Spillman se unió al escenario, de manera paulatina y sin interrupciones pasaron a «Don´t Panic» para finalmente integrarse nuevamente todos los demá del team. 

«My Way» fué la propuesta que permitió escuchar la voz de Barbie Williams, canción que también es de su autoría. Y con «Young & Restless» Gonzo Rooster bajó de la tarima y se mezcló con la gente donde se aventó todo el solo de guitarra, siendo apapachado por todos por tal acto de carisma. 

Stoltz nuevamente se dirigió a la gente, «Los vimos haciendo fila y no tienen idea de cómo eso nos conmueve»; Blakk, «Estas canciones, no son nuestras, ahora son suyas, muchas gracias».

«Gimme Some Sweet» era la pieza ideal para continuar con tanta mutua devoción, donde tanto artistas como espectadores, alzaron las manos para formar un corazón con ellas, 

El encore nos dió el preámbulo para el momento clave que estábamos esperando, la gente rugía al entonar “Siamés Siamés”, para que por fin «The Wolf» fuera liberado, esa composición que rompió el internet y que a todos nos indicó el algoritmo que debíamos enamorarnos de esa pieza, con una versión más extensa que la de estudio, acompañado de confetis, toda una fiesta y alegría por ver a esta fiera siamesa en acción. 

El show concluyó, pero el amor mutuo de los asistentes y el team de la banda no. Los artistas estuvieron por poco más de media hora a nivel de pit, firmando viniles, playeras, cuadernos y tomándose fotos, para darle un gran recuerdo a quienes los han apoyado en esta aventura de la música indie. 

Al salir del recinto, me di cuenta que este lobo se había escapado, pero llevaba una máscara de zorro y colores rojinegros, ya que al mismo tiempo que la la alegría gobernaba a los asistentes del concierto, también lo hacía con gran cantidad de tapatíos al festejar romper la maldición con un bicampeonato.

Muchas gracias Siamés por tan increíble noche ¡Vuelvan pronto!