Charles Turner cierra el ciclo de Jazz 2022 demostrando el poder y alcance de su voz

Suena la segunda llamada para que comience el concierto y el staff del Conjunto Santander invita a los asistentes a ir pasando a sus lugares, mientras el lugar se va llenando la tercera llamada aparece, las luces se apagan y salen a escena primero el pianista a la izquierda con un traje negro y rastas de lo más elegante, el contrabajo al fondo con saco negro y camisa blanca y el baterista trajeado de gris listo para hacer sonar esas baquetas, Charles Turner aparece al final con un chaleco gris muy refinado y una sonrisa de oreja a oreja y comienzan a interpretar “Late night sessions”.

Termina la primer canción y conversa un poco con la audiencia, revela el nombre de la siguiente canción “Te for two, two for me, you for me”, seis parejas se paran a bailar frente al escenario, en donde al parecer adaptaron una pista de baile, algunas con grandes pasos y otras no tanto. En la tercer canción llamada “Ooh La La” en donde Charles le pidió al publico que respondiera sus Ooh la la con un Ooh la la, dos parejas se quedaron a bailar y conforme el swing movido de la canción sonaba, sus pasos se hacían mas rápidos, un detalle maravilloso de Charles fue improvisar dentro de la canción una estrofa para indicar a las parejas de baile que se movieran a las esquinas para que los asistentes de adelante pudieran ver el espectáculo.

Las siguientes canciones fueron una montaña rusa, ya que en “Skylight” el piano fue protagonista al inicio con una melodía muy bella que sin dudar Charles acompaño con su voz suave y melodiosa. Terminando esa canción toda la banda comenzó a tocar a una velocidad apantallante con solos de piano, de contrabajo y con Charles haciendo sonidos guturales, subiendo y bajando los tonos de su voz como si tuviese un botón para manejarlos, de repente entran todos los instrumentos y cambia su voz a algo entre un sonido wakandiano y canto gregoriano que seguramente pocos espectadores habían escuchado antes. Por último, se quedó solo el contrabajista con el cantante y el silencio se hizo notar, silencio que se rompió por una melodía triste donde solo las cuerdas y una voz llenaban la sala.

Lo que resta del concierto fue un fiesta total, Charles invito a las parejas a bailar de nuevo, dándoles dos canciones para moverse a un ritmo lento de piano y luego a sudar un swing de batería, todo acompañado de su voz, cada canción la iniciaba con el chasquido de sus dedos y los músicos de adaptaban a ese ritmo, hubo solos de piano, de batería y de contrabajo a diestra y siniestra. En sus canciones finales invito a todo el publico a pararse y bailar, solo o acompañado, y muchos asistentes le obedecieron, al final se despidió con una reverencia, pero gracias a los aplausos del publico regresa a tocar una melodía más, suave y bella que en la mitad de la canción se transformo en un swing criminal que provoco de nueva cuenta el baile, para cerrar definitivamente el concierto canto la palabra Guadalajara harmoniosamente y con mucho sentir.