Texto por: Erick Ortega
Fotos por: Kinne González
Los hechos relatados a continuación son 100% verídicos, no hay nada fuera de la realidad, sin exageración todo esto ocurrió un pasado viernes 4 de marzo en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. (Por cierto, muchas gracias por los saludos que hicieron llegar con la banda), habiendo dado este pequeño aviso podemos proseguir con el contexto de esa fecha.
Era un viernes común y corriente, con el clima un poco absurdo el que vivimos ya que por las mañanas se sentía el frío y ya en la tarde el calor infernal. La gente salía a trabajar, hacían sus labores normales pero en el aire daba la sensación de que había algo más allá, algo que parecía estar pasando desapercibido pero de momento no se sabía que era.
El día transcurrió normalmente y poco a poco esa duda enigmática iba siendo más clara, la vida me ponía pistas como si me diera un pequeño empujón para resolver ese acertijo que era clave para la fecha, me cruzaba con personas portando su sombrero, una pareja que traía todo el acento sonorense, veía muchos instrumentos musicales ideales para una banda de rock y ya por último me obsequiaron un folleto para asistir a la iglesia.
Conforme se iba acercando la noche aún seguía pensando que era eso diferente y de pronto al mero estilo de la rosa de Guadalupe mis dudas fueron resueltas, a manera de iluminación divina y por azares del destino llegué a la conclusión del acertijo, todo este tiempo se trataba del evento de los Nunca Jamás en el C3 Stage.
La cita fue programada a las 8:00 pm y como era de esperarse, la gente con sombrero y tenis empezó a llegar al recinto, chicas con tejana y botas, niños y niñas con playera negra y converse, hombres que daba la impresión de haberse equivocado de evento porque traían el outfit ideal para ver una banda de metal y las famosas parejas que ambos disfrutan de esa música o que solo van a acompañar al otro.
Al ir adentrándote al concierto simulaba muy bien la sensación de estar yendo a misa como un domingo cualquiera, en la parte de afuera te recibía un miembro de su Staff para obsequiarte tu hoja parroquial, en la que te daban instrucciones de que es lo que veríamos hoy en misa, ya que en efecto se trataba de la Iglesia del Rock Agropecuario.
Dieron las 9:30 pm y las luces del escenario se apagaron, empezó a sonar un audio en el que te advertían del contenido que estaba por sonar y si no eras apto entonces debías de alejarte de ahí por tu propio bien, claramente nadie hizo caso a esa advertencia y una vez terminada la grabación salieron los integrantes para dar inicio a esta misa rockera.
Abrieron con uno de sus temas más recientes “sin mañana y sin ayer”, y en el interludio de la canción hicieron ese típico cambio de sonido para empezar a cantar a todo pulmón “la puerta negra”, son esos juegos de ritmos y letras que hacen de la banda su sello icónico que a todos los asistentes nos agrada poder verlo en vivo.
En cada bloque de canciones la banda hablaba con los espectadores para agradecer la asistencia, dar su respectivo sermón de que es lo que debemos de seguir y hacer para estar muy devotos a los mandamientos de la iglesia del rock agropecuario y por supuesto como cualquier músico de Sonora que al momento de hablar y dar saludos no se les entendía nada, solo palabras sueltas.
Durante la hora y media que duro esta misa musicalizada nos adentramos a un recorrido sonoro de los Nunca Jamás, fuimos recorriendo toda su material discográfico, sonaron temas como Rey ni Dios y Hasta que Salga La Bola del disco Bienvenidos al Camino, Del Fierro por la 300 escuchamos El Camino y Es un Trabajo Sucio y del disco Puro Chuqui tocaron Esta es mi Clase de Fiesta y Un Minuto Más.
También escuchamos sus himnos musicales que todos no paramos de cantar y disfrutar como lo fueron Demasiado Mexicano, Puro Chuqui, Quiero Verte, Seis Tragos, Venimos del Desierto y Extranjero en mi País, esa última en una combinación del intro de Dragón Ball Z y el son regional del Sinaloense.
Todos los espectadores salimos contentos y con un semblante totalmente diferente, las enseñanzas y salmos que pudimos escuchar nos hicieron entender un poco más la vida, lecciones de vida que esperemos podamos aplicar siempre y en cada momento y aunque su duración si fue consideradamente extensa, me atrevo a hablar por todos al decir que nos quedamos con esas ganas de poder escuchar más de la misa del rock.
Coméntanos y califica abajo.
¿Qué te pareció la presentación de Nunca Jamás en el C3 Stage?
- El folleto que te daban en la entrada.
- Los asistentes y la banda estuvieron conectados en todo momento.
- El ritual de misa estuvo increíble.
- Tardaron bastante en salir y daba chance a que una banda les abriera.
- El acomodo de secciones no era el más optimo.
- Les faltó más combinaciones de sus canciones con otras.