Texto por: Sunny Muñoz
Imágenes por: Orlando González
Apreciar un show del egocéntrico Yngwie Malmsteen siempre te hará hablar de que solo él es la estrella del evento, aun con la grandiosa banda soporte que trae a sus espaldas la magia la hace el guitarrista, que desde 1981 es un majestuoso en el arte de las cuerdas.
El guitarrista de renombre a nivel mundial tiene más de 40 años en la escena y una veintena de álbumes y en esta ocasión visitó México con tres presentaciones, una en Ciudad de México, siguiendo con Monterrey y por último llegó al Teatro Diana en Guadalajara el pasado domingo 1 de marzo, recibiendo un recinto al 80% de su capacidad, pero con un público que quedó atónito de lo virtuoso que es el sueco al tocar.
A las pasadas 8:00 de la noche inició el evento, el público esperaba pero no impaciente, ya que el tiempo fue el correcto que marcaba el horario, en el escenario el 60 % de espacio lo ocupaban una serie de amplificadores para guitarra que Malmsteen controlaba, dejando solo una esquina para la enorme batería, acomodado de lado el teclado y entre los dos se posicionó el bajo, colocado al centro el guitarrista, tocando con aquella seguridad que solo su experiencia le da y dando patadas para generar nuevas poses en las que lucían sus movimientos, giraba las guitarras por su cuerpo y también las aventaba para que alguien de su staff le preparara la siguiente para continuar con su show.
Una lluvia de canciones nos dedicó durante su presentación, a cada éxito una ovación, “Like an Angel for April”, “Paganini 4th violin concerto”, “Far beyond the sun” que la finalizó tocando unos acordes de “Bohemian Rhapsody”, haciendo que los espectadores aplaudieran de la emoción. Pocas interacciones hizo y en ocasiones cantaba o coreaba las canciones, pero más bien se dedicaba a tocar y hacer su show que lucía en cada momento.
Tuvimos un solo de batería, para seguir con “You don’t remember”, durante todo el show muchas púas volaban hacia el público, un regalo muy deseado por los fans.
Algo que no podemos dejar de mencionar fue la voz del tecladista, él cantaba las canciones en un timbre comparado con grupos de power metal.
A las 9:00 de la noche tuvimos el encore, pero el regreso de Malmsteen fue de inmediato, ya que solo dio pie a que el staff acomodará en el centro una guitarra electroacústica para que el virtuoso tocara los acordes de “Black Star”, ligando la última de la gran noche “I’ll See the Light Tonight”, despidiéndose con un “Gracias Guadalajara”, el público quiso empezar a pedir otra pero ellos después de su hora y media de concierto se retiraron del escenario.
La expectativa por su regreso se empezó a generar, pero fueron las luces del Teatro diana las que finalizaron el evento, breve en tiempo, pero grande en setlist fue el concierto y a pesar de que el público lo vivió más prestando atención, fue un gran éxito.
Coméntanos y califica abajo. ¿Qué te pareció el concierto de Yngwie Malmsteen en el Teatro Diana?
- La puntualidad del evento, inicio de acuerdo al horario establecido.
- El show que brindó el guitarrista.
- El público que en vez de enérgico fue expectativas.
- La hora y media de show, quedamos con ganas de más.