Texto por: Andrés Solis
Imágenes por: Adrián Olveda Zúñiga
La noche del primero de noviembre fue un tanto particular, mágica, por así decirlo. Sinceramente estuve esperando aquella velada durante meses. Obviamente hablo de la tan esperada presentación de Porter en el Teatro Diana.
Fue mi primera vez dentro del recinto, y no esperaba menos. El Teatro Diana es un coloso, un foro de renombre donde las agrupaciones que allí se presentan merecen mucho tocar sobre dicho escenario.
De manera muy puntual, la banda Ramona hizo aparición sobre el escenario, siendo la primera de dos bandas teloneras de Porter. Un set corto (que era de esperarse por ser banda abridora) que no dejó satisfechos a los fans de la banda allí presentes, ya que si bien tocaron rolas un tanto antiguas, no tocaron las más populares. Pero dejando de lado esto, se los notó una emoción inmensa.
Como segunda banda invitada, la aclamada y últimamente ascendente DRIMS subió al escenario. Los cinco chicos regios traían disfraces muy coquetos y adorables (como la banda en sí); uno de mimo, otro de Luigi, de pirata, muy tierno todo. Asimismo, el setlist fue corto, pero sirvió como una probadita para su próximo show en la ciudad.
En punto de las 21:10, las luces del foro se fueron. La gente sabía qué significaba. Los gritos y la euforia aumentaron a la par del telón que poco a poco se iba abriendo. ‘Los Hombres Máquina’ hacían su aparición, todos vestidos con un característico negro mate. La banda comenzó el ciclo de Las Batallas con dos rolas del nuevo disco, Hombre Máquina y Chesko. Así mismo, dieron un saltito al pasado, tocando Cuervos, sorpresiva para todos y querida por los fans de hueso colorado de Porter.
El espectáculo de luces y lo acogedor del foro dieron un plus al evento. El baile de los reflectores durante Himno Eterno (una de mis rolas favoritas) y Rincón Yucateco fue tal de un despliegue de emociones y sentimientos, una descarga visual de colores y texturas.
La filosofía y la espiritualidad es el plato fuerte de Porter, bien nos percatamos de esto con ¿Qué Es El Amor?, extraído claramente de Las Batallas. Si bien, el disco entero aborda la incertidumbre y dudas constantes del ser humano, esta rola que abre el disco es el comienzo perfecto para explorarnos, para descubrir realmente qué es el amor, quiénes somos y qué es lo que somos. Este y muchos pensamientos más vinieron a mi cabeza al escucharla en vivo; me quedé postrado viendo hacia David (frontman de la banda). Fue un sentir único, una emoción caótica y espiritual.
Otros éxitos más como Cuxillo, Bandera, la longeva pero siempre querida M Bosque y más reciente Cuando Lloro, dieron cierre a la primera mitad del show, un show que ya se mostraba profundo, íntimo y espiritual. Para entonces, una tela negra cubrió la mitad del escenario, una tela que estaba por encima de la agrupación. Al principio me sacó un poco de onda, pero al empezar Espiral fue una grata sorpresa.
Resulta que sobre esta tela negra se proyectaron imágenes vibrantes que le dieron aún más vida al concierto. Olas, constelaciones y hasta los mismos integrantes de la banda pudieron apreciarse en aquel pedazo de tela.
Uno de mis momentos favoritos del ritual que dio Porter en el Diana fue cuando tocaron La China, ya acercándose al final de este festejo. La parte final de la canción me parece demasiado potente e inspiradora, muy sentimental. Debía escucharla en vivo. Y así fue, una ola de emociones y colores llegaron a mis pupilas cuando se acercaba el final de la canción. Una barbaridad.
Huitzil, Arcade, Para Ya y Murciélago se encargaron de cerrar un broche de oro aquella celebración a la vida y la muerte.
Fue una noche caótica, una velada llena de emociones y sentimientos. Como bien lo dijo David en cierto punto del concierto: “La vida es una batalla que se puede ganar”. ‘Las Batallas’ es un disco que refleja el paso efímero y vulnerable del ser humano por la tierra; cómo el existir nos genera dudas, incertidumbre, retos y altibajos. Toda esta vida es una batalla constante, contra nosotros mismos.
Enhorabuena, Porter, por su primer Teatro Diana, por seguir creciendo y creciendo con el paso de los años. Más de quince años de trayectoria no han sido nada fáciles, pero han sabido reinventarse y llevar su concepto a nuevos límites. Una de las bandas más eclécticas y especiales del actual medio mexicano.
Coméntanos y califica abajo. ¿Que te pareció Las Batallas de Porter en el Teatro Diana?
- El concierto resultó ser muy especial y emotivo hasta para la misma banda.
- La comodidad y amenidad del recinto, así como la sonoridad.
- El variado setlist que recorrió diversas etapas de la banda.
- El costo de los boletos era un tanto elevado.
- No sentí que el Teatro Diana fuese el mejor foro para un concierto de Porter.