Por: Santiago Santana
Fotos: Diego Reyes
Junio inició con un domingo lleno de buena vibra, baile y amor gracias a la banda de tierras británicas Crystal Fighters. En punto de las 21:00 hrs la noche comenzó a endulzarse en el Teatro Estudio Cavaret con las notas del guitarrista Graham Dickson, que entra a escenario sin camisa seguido de la encantadora Ellie Fletcher y de las virtuosas greñas de Gilbert Vierich al teclado; ya cuando el público estaba calientito se sienta el master de la bate Andrea Marongiu y entra corriendo algo similar a un monstruo de pantano espacial, se sitúa al centro del escenario y una barba se asoma de entre sus trapos para comenzar a cantar «Solar System» al mismo tiempo que los gritos de la gente confirman que Sebastian Pringle ya está con nosotros.
En el transcurso de la velada los brincos y bailes casuales impregnaron de sudor todo el lugar. La personalidad de la banda y la energía de los asistentes del evento no pudo haber combinado mejor, rola tras rola se mantuvo abierto y latente el vórtice psicodélico de amor que provocan estos brillantes individuos; Entre que terminaban “L.A. Calling” y comenzaban “Separator” nunca hubo momento de descanso y la gente se mantuvo completamente alerta de los movimientos seductores de Sebastian y las miradas cautivantes de Ellie. Un integrante que me gustaría agregar a la nota fue el brillante tiki-tambor, un tipo de escultura de metal que enmarcaba el escenario y acompañaba las melodías cada ves que Graham y Gilbert iban y levantaban los estándares de la noche un poco más con percusiones de este particular instrumento.
Cerraron su set con “At Home” y la audiencia complacida pero hambrienta pidió más, petición que fue respondida brillantemente con “I Love London” y “Wave”, despidiéndonos con “Xtatic” y recordándonos el placer de ser fan de una banda con tanta alma en el escenario, y aunque Sebastian nunca abrió los ojos, lo queremos y lo entendemos.
- La vibra que lograron
- Setlist
- La cara linda de Ellie
- Poca asistencia
- Demasiado calor