Por: Christhian Ferenc.
El concierto de Death Bells y Miserable se podría dividir en dos partes, una en algo caótico, oscuro y lleno de poder por parte de los australianos y la otra en algo confuso e inconcluso por parte de la angelina Kristina Esfandiari. Pero vayamos por partes.
La noche fue amenizada por el talento local de CAPITALS una joven promesa tapatía que va creciendo poco a poco, conformada por Jonathan e Iván quienes nos presentaron un post punk bastante agradable y que nos evocó a muchas bandas de los 80s del mismo género. La siguiente banda era IV Manos pero por algún problema médico fueron sustituidos por la joven Aloe Vera que con su folk acústico cautivó a los asistentes por alrededor de unos 25 minutos. Después del acostumbrado check de instrumentos y una vez acomodados en su posición, dio inicio el turno de Death Bells.
Al principio de esta reseña se comentaba que esta primera parte fue caótica, oscura y llena de poder, esto se debe a la energía que transmiten los australianos y que conforme avanza su set va incrementándose poco a poco, la banda presentó parte de su repertorio con tracks de su disco del 2017 “Standing At The Edge Of The World” y también nos regalaron canciones de su más reciente EP. Dignos representantes del estilo que tocan, la banda no hablaba mucho y dejaba que su música hiciera todo el trabajo hasta que finalizó su presentación. El público aclamaba por más pero ya no había tiempo y era momento de dar paso a la siguiente banda.
Cabe mencionar que Kristina Esfandiari no es la primera vez que viene a Guadalajara con su proyecto Miserable, ella vino el año pasado al Palíndromo Café en donde tuvo una excelente respuesta del público, por ese mismo motivo esta segunda visita elevaba la expectativa con más audiencia que estaba deseosos de ver a la californiana. Desafortunadamente no fue así ya que para la tercera canción, Kristina hablaba con su guitarrista y acto seguido era acompañada al camerino, el motivo: un fuerte dolor en el estómago que le impidió continuar su presentación y posteriormente la llevaría al hospital.
En su lugar Sarah Green -la única de sus músicos que toca con Miserable y vino a la gira-, nos interpretó algunas canciones y posteriormente se retiró. De lo poco que pudimos ver de Miserable nos quedó demostrado que Kristina tiene una voz privilegiada y que su tono sombrío que presentó en el álbum “Uncontrollable” quedó atrás y ya va mas encaminado hacia el rock alternativo a la Courtney Love.
Pero no todo estaba perdido y antes de que nos dieramos cuenta la noche fue salvada por Death Bells quienes nuevamente se subieron al escenario y nos tocaron 5 canciones extraidas de su álbum homónimo. Después de este bonus que nos dieron la banda se retira agradeciéndonos por la paciencia y disculpándose por lo sucedido.
En resumen fue una noche algo rara que nos deja un sabor agridulce por lo acontecido pero que nos sirvió para conocer el enorme talento que tienen los australianos quienes estamos seguros dentro de pocos años serán una de las bandas importantes dentro de su género. Por lo pronto esperamos que Kristina regrese -ya sea o con Miserable o con King Woman– para que nos deleite con su increíble voz.
Coméntanos y califica abajo ¿Que te pareció el concierto de Death Bells en el Anexo del Foro Independencia?
- Conocer a Death Bells y su propuesta.
- Capitals, la banda que abrió fue agradable sorpresa.
- Excelente audio.
- La enfermedad de Kristina.
- La poca asistencia.
- Poca mercancía y no variada.