Por: Ixchel Medina.
Fotos: ACK Promote / Leslie del Moral.
Por espacio de tres horas, Steven Wilson interpretó temas que resumen sus diversas facetas musicales. Los actos en directo del gurú del progre se distinguen por sus sonidos influenciados e inigualables y maravillosos elementos de producción, tales como luces y visuales que como performance rozan la perfección.
A las 9:00 de la noche sobre un telón tipo velo que cubría el escenario del teatro comenzó una proyección de diferentes imágenes que iban acompañadas por una letra como descripción, después esas mismas imágenes y definiciones (familia, religión, ciencia, entre muchas más) fueron alternadas entre ellas sin perder sentido alguno. Así, Steven Wilson junto a sus músicos aparecieron para interpretar “Nowhere Now” la primera de diecinueve canciones. Para cuando continuó con la melancólica y reflexiva letra de “Pariah” por irónico que parezca no podía sentirme más feliz de estar ahí, es una canción que al escucharla por primera vez armonicé inevitablemente con ella. Al terminar esta joya, elevaron dicho telón y Wilson incitó al público a ponerse de pie.
Era obvio que esa noche sonaría algo de Porcupine Tree y la primera fue “Creator Has a Mastertape” ya podrán imaginar la reacción de los asistentes, frenesí total que se extendió con “People Who Eat Darkness” y “Ancestral”.
Tras un descanso de 15 minutos, puntual a las 10:20 de la noche, Steven regresó a escena para reanudar su rifadísimo show. Previo al single “Permanating” que fue una de las canciones más movidas de la presentación, el nombrado “Rey del rock progresivo” hizo reír a sus fans con sus comentarios acerca de The Beatles y ABBA, y que el pop se puede interpretar de la mejor forma tal como lo hicieron ambas bandas, que si quieres aprender todo sobre música, entonces las tienes que escuchar.
Después de este tema, el velo volvió a bajar para continuar con sus fregonsísimos visuales junto a “Lazarus” y “Detonation” que pertenece a su último álbum To The Bone. Con “Sleep Together” regresábamos a los sonidos de Porcupine Tree y se daba por concluido el concierto, sin embargo, tuvimos el placer de escuchar tres himnos más, “Even Less”, “Sound of Muzak” y para el cierre el mejor tema de su carrera (mera opinión), la canción que seguro todos esperábamos escuchar, “The Raven that Refused to Sing” que acompañada del video que tiene como protagonistas a un hombre de avanzada edad y un cuervo, ¡ufff!, nos puso la piel chinita.
En un Teatro Diana, lleno y cautivado, ovacionamos al músico de pie y con aplausos por la gran noche llena de emociones que ocasionaron sus melodías en nuestros vulnerables sentimientos y que además, superó cualquier expectativa gracias a su extraordinaria entrega.
Coméntanos y califica abajo ¿Que te pareció el concierto de Steven Wilson en el Teatro Diana?
- Todo lo que sucedió esa noche.
- Nada.