Por: Jimmy «El Mago» Valentino.
Fotos: Christhian Ferenc.
Preludio:
Hay un tipo alto, viste de negro, tiene cabello largo con rizos y su cara está pintada de blanco. Usa pupilentes para que sus ojos emulen los de un vampiro, lleva botas negras y ropa de cuero. Sería un personaje extravagante si estuviera en cualquier otro lugar, pero hoy no, hoy está en el sitio correcto y viste la ropa adecuada para vivir una noche épica.
Tuvieron que pasar 3 años para que la banda Holandesa, Epica, regresara a nuestra ciudad de Guadalajara y pisara el escenario del Teatro Diana. Hoy hay decenas de personas reunidas en la acera de la avenida 16 de septiembre esperando entrar al teatro, para así poder saltar y cantar al ritmo del metal sinfónico.
En los boletos está grabada la hora de inicio del show: 20:00 hrs. Por alguna razón hay un retraso y el concierto se ha movido a las 21:00. A los fanáticos que llegaron temprano no les queda mas que esperar sentados en el piso del lobby o estar de pie. Hay quienes se acercan a la mesa de los productos de merchandising con la idea de comprar. Las playeras cuestan $350 pero se venden más los vasos conmemorativos que son más baratos, dos por $60.
Poco a poco llega más gente, hay una fila para entrar que llega hasta la avenida La Paz. La mayoría de los que esperan con paciencia budista visten de negro, y casi en todas las playeras se puede leer el nombre de la banda, hay otras más que llevan el estampado del Hell & Heaven y dos personas tienen playeras con el logo de Star Wars. Las mujeres visten un negro elegante, algunas con pantalón de cuero y blusa de seda, otras con falda y hay quien decidió venir de rojo.
Hay un par de niñas que toman de la mano a quien parece ser su madre, La música de Epica no tiene rango de edad, sus letras hablan de religión, del universo, de la vida, y hoy toda la gente tendrá la oportunidad de vivir esa música. Son las 8:30, es hora de ocupar los asientos.
Detrás de un cuento de hadas por siempre:
Hay más de 2 mil 340 personas en el teatro. No cabe ni una más, es sold out total. poco a poco la gente se desespera, los de primera fila se toman fotos con el escenario de fondo donde sólo hay sobre una tarima, un teclado, la batería y una manta con la palabra “Epica” que cuelga detrás. La banda sólo necesita eso como escenografía.
Son las 21:05 y se apagan las luces. La gente hace una ovación, saben que llegó el momento suena una pieza musical de intro, y de pronto los holandeses hacen su aparición.
Todo el mundo se pone de pie. Suena “Eidola”, la gente estalla, las cabelleras ondean y las manos se alzan. Simone Simons le agradece al público por estar aquí. Este es el principio de una noche inolvidable.
Las siguientes canciones son “Edge of the blade” y “A phantasmic parade”. Ahora Mark Jansen dice: “Esta canción es de nuestro primer disco, esto es ¡Sensorium!”. La gente grita con tal energía que el recinto resuena.
El público aplaude al ritmo árabe con “Dancing in a Hurricane” y después, toda la gente está conmovida con la voz de mezzosoprano de Simone en la canción “Once upon a nightmare”. Al terminar, ella misma dice:”la siguiente canción es oficialmente la última de esta noche” y hace un gesto con sus manos dando a entender que lo que dice no es verdad, “esto es Cry for the moon”. No hay palabras para describir la reacción de las más de 2 mil personas en el teatro, hay una emoción total con el verso “forever and ever, forever and ever”.
Al terminar la canción se despiden y salen del escenario, pero la gente sabe que no es el fin, falta más.
Regresa Mark junto con Coen Janssen y animan al público para iniciar “Sancta terra”. La banda muestra su presencia escénica como lo ha hecho en toda la noche, juegan entre ellos, saltan, conviven con los fanáticos de primera fila sin dejar de tocar la canción. Coen nos muestra su virtuosismo con su espectacular teclado REVO 1, es un teclado curvo ergonómico que lleva colgado y que le permite moverse con libertad por el escenario. Toma el móvil de una chica y comienza a grabar un video mientras camina y se acerca a sus compañeros, finalmente devuelve el teléfono a su dueña que está conmocionada por la alegría. Por un momento dejan de ser Epica y son unos niños haciendo música.
Al terminar Simone le agradece al público: “Estamos muy contentos de estar aquí, Guadalajara, venimos siempre que es posible”, además agrega, “Con la siguiente canción quiero que todos salten en donde están o sobre los asientos”. Y así todo el teatro retumba con la gente saltando mientras suena “Beyond the Matrix”.
Así, con un show de casi 2 horas, Epica se despide de su fiel legión de seguidores en Guadalajara. Ha sido una noche mágica que los fans llevaran en la memoria por mucho tiempo. Al principio todo parecía que sería una noche sinfónica épica. Lo fué.
Coméntanos y califica abajo ¿Que te pareció el concierto de Epica?
- La banda se prendió con su público e interactúa con ellos, además de la originalidad del teclado portátil del tecladista.
- Tocaron “Sensorium” de su primer disco, así como el deleite de escuchar las canciones de su nuevo disco.
- Los vasos personalizados que vendían con la chela.
- El retraso de una hora y media, el boleto decía a las 8:00 y empezó a las 9:30.
- Algunas veces el sonido rebotaba en el recinto.
- El setlist fue algo corto, faltaron rolas.