Una fiesta y mundos a tu nombre, de parte de Rayden.

A pocos días de la llegada a la perla tapatía el próximo 25 de octubre de 2022, de uno de los mayores exponentes del rap español, Rayden, quien se prepara para demostrar en el C3 Stage Rooftop lo que su trayectoria de nada más y nada menos que 22 años, le ha enseñado.

En el transcurso de este tiempo, Rayden ha vivido una evolución frente a los reflectores tanto personal como musical, en el cual se han compaginando a través de su trabajo la poesía, el ritmo y los acordes para exponer, sin filtros, todo lo que él es, lo que cree y lo que quiere dejar en el mundo, volviéndose fuente de inspiración para más de una generación y llenando los oídos de sus fanáticos con palabra de aliento, enseñanzas de vida así como un optimismo descomunal.

Los que han caído por el encanto y el carisma de Rayden, pueden ver fácilmente que este rapero llega a los escenarios a través de un mensaje social, de unidad y sobre todo de cambio, lo cual ha dejado muy claro desde el inicio de su carrera, sin embargo, es cierto que parte de su transformación como artista lo llevo a separase de los estereotipos del rap, los cuales invitan al desacato mediante versos agresivos o apariencias rudas e intimidantes.

Por el contrario, este artista se ha decantado por una actitud más transparente, mediante la cual explora no solo lo cruel de la realidad, sino la profundidad del ser, del amor y de la complicidad que puede surgir entre aquellos extraños cuyas variedades los hacen tan similares como distintos.

Si bien, estos procesos siguen dividiendo opiniones, lo cierto es que David, ha demostrado que nada ha sido en vano, ya que ha presentado una culminación artística tremenda dentro de su última producción discográfica titulada Homónimo (2021), en la cual cada una de las canciones que la componen nos regalan ese maravilloso instante en el que una frase te eriza el cuerpo entero, donde la poesía te hace vivir una y otra vez aquellas experiencias que marcan el alma y que gracias al talento de este compositor que vive de ponerle nombre a las emociones se comprueba que su don es el de escribir, el de compartir y entregar todo lo que es a su público, mostrándose como lo que es y no como un personaje, manteniéndose más fiel a sí mismo que a nadie, pero sobre todo fiel al arte.

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