Texto: Héctor Navarro.
Fotos: Ever González.
Se llegó el día y la segunda edición del Roxy Fest se llevó a cabo este 21 de abril en las inmediaciones de la Terraza Vallarta, nueva sede del festival que reunió a cerca 25 mil personas.
Un implacable sol hizo que las primeras horas del festival se sufrieran un poco, puesto que la temperatura a la sombra marcaba más de 30 grados, sin embargo centenares llegaron desde temprano para disfrutar la presentación de la jalisciense Icari y Techicolor Fabrics, quienes abrían los escenarios ‘Jack Daniel´s Stage’ y ‘Converge Stage’, respectivamente.
Posteriormente los españoles de La Unión entonaron sus clásicos y fue de los pocos que cumplió a la petición de los organizadores de hacer un cover de Queen (en teoría la agrupación inglesa sería ‘covereada’ en una canción por cada una de las bandas presentes), su versión de ‘We are the Champions’ o deberíamos llamarle ‘Somos campeones’ fue uno de los primeros grandes momentos.
Del otro extremo, las hermanas norteñas The Warning inauguraron el tercer escenario, con un rock potente y presumiendo su nuevos disco. Las niñas que se hicieron famosas en 2010 por covers de Metallica y Foo Fighters ya tienen canciones propias.
El Roxy Fest pretende ser más que un festival, uno de sus objetivos es brindarte una experiencia familiar, por lo que además de los tres escenarios, contaba con área denominada ‘Yoguitos’ en la cual se les daba una serie de talleres especiales a los infantes, que van desde clases de jardinería, pintura, danza, yoga y hasta rapel.
Pasadas las 17 horas Jonáz (Plastillina a Mosh) presentó su primer disco como solista, en cuyo show no faltaron melodías de ‘La Mosh’ y ‘A Band Of Bitches’.
¡Grata sorpresa!, también hubo espacio para el Jazz y corrió a cargo del mexicano que musicalizó la película de Birdman, hacía gala de su talento con el ensamble Antonio Sánchez and Migration.
Cuarteto de Nos y Crew Peligrosos pusieron a bailar con sus ritmos para que poco antes de las 18 horas uno de los más esperados de la tarde llegará: Peter Murphy y su mítico proyecto Bauhaus trajo por más de una hora su siniestro sonido, el cual por cierto fue cortado de tajó antes de concluir su última interpretación, el británico se pasó del tiempo y organizadores tuvieron que cortar con su audio pues ya comenzaba en el anexo Erasure.
El dueto electrónico cautivó con sus éxitos, son unos icónicos de época, por cierto, resaltaba el contraste entre la indumentaria formal del DJ Vince Clarke, de traje, y el vocalista Andy Bell, vestido con un peculiar atuendo de cuerpo completo que asemejaba piel tatuada.
Sublime With Rome trajo una dosis de Reggae rock, para dar pie a God Save the Queen, la banda tributo a Queen más importante del planeta, cuya presentación es lo más cercano que podremos estar a un recital de Freddie Mercury y compañía.
El día se hacía añejo, pero faltaban los estelares. Richard Ashcroft, cautivó al público con su chamarra y la leyenda de ‘México’ escrita en la espalda y cerrando su show con uno de sus mayores éxitos al lado de su banda The Verve: ‘Bitter Sweet Symphony’.
Grata sorpresa fue la de Ugo Rodríguez, ex cantante de la agrupación Azul Violeta. Tomó un resquicio entre ambos escenarios y entonó tres canciones de José José quien se encuentra recuperando tras una operación. “El Triste”, “Amar y Querer” y “Lo pasado pasado” fueron cantadas por todos. “Todo esto se está grabando y se lo vamos a mandar” dijo Ugo para dejar la mesa puesta.
Muchos iban por ellos, muchos iban a escuchar su nuevo disco ‘Always Ascending‘ que volvía al sonido de sus orígenes. Franz Ferdinand hacía acto de presencia ante ya más de 20 mil asistentes. ¡Ya era una fiesta total!
Ya casi a la media noche era el turno de Incubus, quien cerraba el Converse Stage. Encabezados por Brando Boyd nos llenó de nostalgia con temas como ‘Warning’, ‘Are You In’, ‘Dig’, ‘Nice to Know You’, ‘Wish You Were Here’ y cerrar con ‘Drive’.
El final llegó y lo hizo de la mano de la agrupación neoyorquina, LCD Soundsystem. “Siempre es bueno venir a México”, mencionó James Murphy quien con toda la banda, transmitió buena vibra a los asistentes que conforme iba avanzando la presentación se iban acercando más a la salida, y no es para menos, el cansancio era evidente, más de 12 horas de festín dejaron agotados al respetable quien hacía uso y gala del slogan de la segunda edición el Roxy Fest: «Orgullosamente Chavorrucos».