Por: Jimmy Valentino.
Fotos: Antonio González.
Ne obliviscaris, la banda proveniente de Melbourne, Australia, pisó por primera vez tierras tapatías en una noche inolvidable llena de metal, canciones largas y virtuosismo.
Parte I:
Cerca de las 8:00 de la noche los fans comenzaron a llegar al Foro Independencia, nuestro templo underground próximo a cumplir su cuarto aniversario. La gente llegó y tomó su lugar en la penumbra. La oscuridad siempre ha sido fiel aliada del fanático del heavy metal. El personal de seguridad revisó a cada persona de forma superficial. En este tipo de show se aboga por la confianza con un código de honor. El grupo promete hacer un buen concierto y la gente promete no crear altercados.
Los metaleros son como un motor de combustión interna. Deben entrar en calor y trabajar gradualmente antes de alcanzar sus límites. Tal vez por esta razón Ab Intus, Lvcille y Craven fueron las bandas que se encargaron de iniciar con el ambiente y animar al público que seguía llegando al Foro. Los asistentes movieron la cabeza al brutal ritmo del death metal progresivo y las tres bandas lograron llevarse el reconocimiento y la admiración de la gente.
El Foro Independencia estaba prácticamente lleno, se hicieron los ajustes finales y a las 11:00 Ne obliviscaris tomó el escenario.
Parte II:
Ne obliviscaris inició con energía. “Of Petrichor Weaves Black Noise” sonó y retumbó en el venue. El poderosísimo doble bombo de Daniel, los riffs de Matt y Benjamin junto con el Bajo de Martino y la gutural voz de Xen, impusieron magnificencia. Pero lo que hace única a una banda como esta no es el ritmo pesado y progresivo, si no su contraparte, La brillante voz de Tim Charles y la melodía de su violín.
Ne obliviscaris es una agrupación compleja, su estilo va desde el metal progresivo hasta el death metal técnico. Con “Intra Venus”, nos mostraron esa variedad musical que caracteriza sus canciones. A pesar de que con esta segunda canción Tim tuvo fallas en su micrófono, la banda salió adelante. Además el decorado del escenario acorde a su más reciente producción, Urn, brindó un toque mítico y oscuro durante la presentación.
“Muchas gracias por venir”, saludó Tim; “Estábamos muy ansiosos por venir a México, gracias a todos por estar aquí”. No hubo espacio para decir mucho, esta es una banda que no puede permitirse perder tiempo, con canciones de entre 8 y 11 minutos lo que menos pueden hacer es consumir valiosos minutos con charla. Durante “Urn pt. 1”, la banda hizo un gran headbanging, el salvaje movimiento de cabellera que caracteriza a los metaleros. Xen se quedó inerte al final de la canción, y durante el inicio de “Urn Pt. 2” su cara se perdió entre su abundante y largo cabello, parecía un ente, un espectro con una capucha negra, un ser de la oscuridad. Estaba ahí inmóvil sosteniendo el micrófono mientras era captado por decenas de teléfonos. Una escena digna de recordar.
Y el mosh estalló. Justo frente al escenario un grupo de fans comenzaron el ritual de baile más conocido del heavy metal. El mosh es un baile universal, que no distingue edad ni género, los hombres y mujeres son iguales. Es el único baile donde los golpes y empujones no terminan en pelea (o casi siempre), si no en un gesto de camaradería donde los participantes se unen por un fin común, el goce de la música extrema.
Epílogo:
Si el apodo del “violinista del diablo” no le hubiera sido otorgado a Niccolo Paganini, sin duda Tim Charles podría llevarlo. Durante la canción “Eyrie”, el músico alto y vestido de negro demostró su virtuosismo acompañado por los arpegios de la guitarra mientras su larga cabellera cubría el violín, emulando un capricho del violinista clásico italiano.
Las dos partes de “Libera” llevaron al público al climax total. Las canciones de Ne Obliviscaris tienen la particularidad de ser tan complejas que son capaces de contar una historia propia. “And Plague Flowers the Kaleidoscope” fue el toque final de la presentación. A nombre de la banda Tim se despidió y bajaron del escenario. A los pocos minutos volvieron para cerrar definitivamente con “Devour Me Colossus, Pt. 1 – Blackholes”.
La banda prometió volver a México en el futuro, se despidieron con una fotografía con el público para dejar registrada la noche, una noche que no olvidaremos en mucho, mucho tiempo.
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