Texto y Fotos por: Miguel Teniente
El sábado 20 de septiembre, a las 9 de la noche, el Auditorio Banamex fue testigo de una noche electrizante: Duki aterrizó con su gira Ameri World Tour, presentando un espectáculo que combinó producción, conexión con el público e interpretación impecable.
Desde los primeros minutos, se sintió una atmósfera cargada de emoción. El público, en su mayoría joven, y con seguidores de distintas partes de la ciudad, respondió con gritos apenas apareció el telón, anticipando lo que sería un recorrido musical tanto sonoro como visual.
El setlist fue un balance entre lo nuevo y lo querido: canciones de su más reciente álbum «Ameri» se alternaron con éxitos que lo catapultaron en la escena urbana. Incluso sorprendió al incluir temas que rara vez interpreta en vivo, como «No Me Llores», lo que desató la euforia del público. En general, la selección de canciones fue considerada por muchos como una de las mejores de toda la gira, logrando una combinación que mantuvo a la audiencia conectada de principio a fin.
En cuanto a producción, el show destacó por su puesta en escena moderna: iluminación dinámica, videoescenas sincronizadas, sonido potente y cambios escénicos que mantuvieron el ritmo visual. No se vio un solo instante donde el espectáculo decayera.
El desempeño de Duki fue enérgico: se movía, interactuaba, hacía pausas para agradecer, para escuchar al público, haciéndolo parte del show. Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando invitó al escenario a un pequeño fan, Orlando, para cantar junto a él la icónica «Goteo». La ovación fue ensordecedora y convirtió el instante en uno de los más memorables del concierto, reflejando la cercanía y el cariño del artista hacia su público.
Desde el inicio todo fue especial: arrancó con «Nueva Era», haciendo retumbar de emoción a todo el recinto. De ahí en adelante, cada canción fue un punto alto que alimentó la energía colectiva, con el público entregado y coreando cada verso. El recorrido musical se sintió como una celebración compartida entre artista y fans, con explosiones de euforia en temas clásicos como «Hello Cotto» y momentos de conexión íntima en sus piezas más recientes.
Al final, la ovación fue justa: Duki salió, cumplió y dejó claro por qué está en lo alto del género urbano latino. Monterrey fue una parada requerida de esta gira, que demuestra que Ameri no es solo un álbum, sino una declaración artística.
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- Excelente Setlist
- Mucha conexión entre Duki y el público.
- Fallas técnicas en el audio al inicio del show.