Texto por: Bonnie Hagar

Platicar con Karina Galicia (o Kari, como ella prefiere) es abrir la puerta a un universo emocional donde el cambio, la vulnerabilidad y el crecimiento personal se sienten como protagonistas de una película sonora. Su álbum «Mudanzas» no solo representa una transición musical, sino una serie de transformaciones internas que invitan al escucharlo a verse reflejado.

Tuvimos la oportunidad de conversar con ella sobre este proyecto que más que un disco, es un manifiesto de las emociones que implica mudarse, aunque no necesariamente de lugar.

Aquí la conversación completa.

 

Kari, estuvimos escuchando tu disco esta semana y nos encantó. Nos volvimos superfans. Sentimos que hay discos que suenan bien y hay otros que se siente como una cachetada, como tener una conversación contigo misma. Mudanzas es eso. ¿En que momento supiste que estas canciones no eran ideas sueltas, sino parte del mismo viaje?

¡Muchísimas gracias por esas palabras!. Creo que este concepto de Mudanzas lo venía pensando desde hace mucho; me he mudado de casas, ciudades y estados, y en esos procesos siempre hay mucho que sentir, soltar, purgar… También mucha expectativa de lo nuevo. Desde hace años tenía la intención de aterrizar esas experiencias en canciones y así poco a poco, las canciones fueron cayendo por su propio peso.

 

 

¿Dirías que este disco te sirvió como una especie de catarsis?

Si, totalmente. No se trata solo de una mudanza, sino de todo el proceso que eso conlleva. Mudanzas es el resultado de muchas transiciones y también una forma de compartir ese espacio seguro con quienes me escuchan; se volvió una conversación emocional que necesitaba tener.

 

 

En «One Shot», hablas de ese impulso por seguir tus sueños. ¿Cual ha sido tu verdadero «One Shot» en la vida?

Este disco lo venía trabajando de forma independiente desde hace tiempo, y cuando llegó la oportunidad de hacerlo con Discos Licenciado (un sello de Warner) y Sony Publishing, fue como tener todas las cartas sobre la mesa. Era tomar esa oportunidad con todo lo que implicaba; «One Shot» resume esa energía, querer llevar mi música más lejos, apostar por todo.

Karina Galicia 

 

Por otro lado, en «2001» hablas de tu hermano y ese miedo tierno de verlo crecer. ¿Como fue transformar ese sentimiento tan íntimo en una canción?

Muy especial. Mi hermano me ha acompañado en muchas mudanzas, aunque quizás no sabía lo que estaba viviendo internamente y ahora yo lo acompaño en las suyas, queriendo envolverlo en papel burbuja para que no se rompa pero sabiendo que cada quien tiene su propio proceso. Me gusta que este disco habla de distintos tipos de amor, no solo el romántico, también el familiar, el de los amigos, el amor propio.

 

 

La producción del disco es impecable, combinas géneros que fluyen naturalmente. ¿Como construiste ese sonido?

Fue de la mano de Mauro Muñoz, quien produjo todo el disco. Nos sentamos a escuchar muchísima música, compartí mis referencias e influencias y empezamos a construir desde ahí. Fue una búsqueda constante en el estudio, quería lograr una mezcla orgánica entre pop, R&B, jazz, y siento que lo conseguimos sin forzar nada.

 

 

Dentro del proceso creativo, ¿Cual fue la canción más difícil de escribir?

«One Shot», sin duda. Yo sabía que quería un drum & bass en el disco, algo uptempo con urgencia, tanto en lo musical como en la letra. Me costó llegar a lo que buscaba, pero al mismo día que la compuse grabamos toda la maqueta y fue mágico.

 

 

¿Y la que salió más fácil?

«Mudanza», la primera del disco. La escribí hace más de dos años, justo mientras me mudaba. No tenía muebles, solo estaba yo, guitarra y voz; salió completa, de una sola sentada. Aunque ahora está editada como intro, en realidad es una canción más larga y me dio toda la cohesión que necesitaba para el álbum.

 

 

Si alguien que no te conoce tuviera que escuchar una sola canción para entender quien eres, ¿Cual sería?

«One Shot», definitivamente. Es la esencia del disco, de este momento de mi vida.

 

 

Dices que tu cuerpo es tu casa. Si habláramos de remodelaciones internas, ¿ Que parte de ti estás renovando ahora?

Mi cabeza. En todos los sentidos: mi mente, mi cabello, mis pensamientos. Es la torre de control de mi cuerpo y es muy caótica, pero me gusta eso porque mi música también habla de inestabilidad como un camino para encontrarte a ti misma. y Mudanzas va de eso: de agrietarte, tener miedo y aún así moverte.

 

 

 

Martín Esparza

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