Texto y Fotos por: Aldo Andrino
Hay noches que no necesitan grandes escenarios, ni luces deslumbrantes para quedarse en tu mente. A veces, todo lo que se necesita es una guitarra, una buena historia y un grupo de personas que vienen por lo mismo. Eso fue exactamente lo que se vivió este sábado 07 de Junio en el C3 Stage de Guadalajara, cuando Café Quijano regresó a la ciudad con su gira Miami 1990.
Desde el primer momento de la noche, quedó claro que esta no era una cita cualquiera; fue un show pensado para los que hemos escuchado sus canciones, pero también para nuevas generaciones que descubren en sus letras una sensibilidad que ya no abunda, más de 90 minutos de música que no sólo recorrieron su nuevo material, sino toda una carrera que ya suma más de dos décadas.
Lo que se vivió fue algo muy especial, un concierto íntimo, nostálgico y hasta privado, como si los Quijano hubieran venido a cantarnos en confianza. El repertorio fue un viaje por su discografía: desde la primera canción del show “Tequila” y “Dame de esa Boca”, prendieron la chispa en el público, que desde ese momento coreaba las canciones que Café Quijano entregaba a un público que mezclaba jóvenes y adultos que se mantuvieron siempre atentos.
Esto no fue solo un repaso musical: fue un relato en vivo. Manuel Quijano se tomó el tiempo de contar historias detrás de las canciones, anécdotas de su carrera, de momentos que marcaron su camino. Y eso conectó profundamente con el público. Hubo risas y muchos aplausos sinceros.
Volviendo a la música, la banda logró mantener a los asistentes activos, pidiendo aplausos, coros e interactuando, lo cual demuestra el dominio que saben mantener en el escenario, un setlist que contenía boleros, clásicos y por supuesto canciones de su nuevo álbum “Miami 1990”.
Con la noche avanzando, el show parecía terminar, pero esto no sucedería sin las canciones infaltables, “La Lola”, “Desde Brasil”, “Nada de Na” y para finalizar “La Taberna de Buda”.
El C3 Stage, por su tamaño y su atmósfera, ayudó a que todo se sintiera más cercano. No hubo pirotecnia, ni coreografías ensayadas. Lo que hubo fue música bien hecha, emoción honesta y conexión humana. Y eso fue suficiente para el público tapatío, que supo responder con toda su energía, sin duda estaremos esperando el retorno del Café Quijano de nuevo a nuestra ciudad.
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¿Qué te pareció la presentación de Café Quijano en el C3 Stage?
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- La calidad de sonido y músicos.
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