Por: Michelle Freyria
Como una travesía buceando por el océano fue la sensación que la banda neoyorquina DIIV nos compartió durante su primera visita a Guadalajara. Aunque ya habían visitado el país (2015 y 2018), Zachary Cole Smith, Andrew Bailey, Colin Caulfield y Ben Newman, se mostraron agradecidos con la audiencia, que ocupo poco más de la mitad del C3 Stage.
En esta ocasión el color negro característico de los atuendos de los asiduos a conciertos, quedo atrás, en su mayoría, ya que resaltaban tonos coloridos, estampados floreados y tenis, tanto en mujeres como hombres. Debido tal vez al calor o siguiendo la línea estética de Andrew Bailey, uno de los guitarristas de DIIV, quien parecía encabezar el código de vestimenta con un visera colorida.
Antes de sumergirnos en la profundidad se contó con la presencia del nuevo proyecto musical de Fabricio de la Mora, que no logró prender en su totalidad a la audiencia, en espera del plato fuerte de la noche.
Tras una corta espera, entre las sombras, poco a poco fueron apareciendo los integrantes de la banda, uniendo a aquellos que vivieron el grunge de los noventas y las recientes generaciones, ambos seducidos por los sonidos del dream-pop y shoegaze.
Temas como “Fort he guilty”, “Skin game”, “Under de sun”, “Human” y “Doused”, fueron algunos de los 16 que integraron el Setlist de la noche; acompañados de visuales retro en colores cálidos, invitando entre canciones al baile frenético o solo escuchar la música contemplando nuestros zapatos.
El empuje de traer al país estas propuestas por parte de Hipnosis, y en la ciudad con Nueva Ola, ha generado buenos resultados y mantiene fresca la oferta sonora en Guadalajara.
La velada termino satisfactoriamente, renovando el espíritu de los conciertos, anhelando que continúe así; preparándonos para un mayo que se viene con todo en materia de presentaciones de todos los géneros sonoros.
Coméntanos y califica abajo. ¿Qué te pareció la presentacion de DIIV en el C3 Stage?
- La actitud de DIIV.
- Zachary Cole Smith con su playera de NIN.
- La emoción del público.
- El sonido viciado y mala respuesta al proyecto de Fabricio de la Mora.
- El calor del Venue.