Texto por: Bonnie Hagar
Fotos por: Miguel González
Guadalajara volvió a brillar este fin de semana con la nueva edición de Día de Campo 2025 en La Reserva Educare, y una vez más, el festival más bonito del año nos recordó por qué tiene ese título. Desde el mediodía se sentía algo especial en el aire: mantitas extendidas sobre el pasto, grupos de amigos riendo, familias con niños viviendo su primer festival, y ese inconfundible olor a Aperol Spritz que anunciaba que el plan iba a ponerse bueno.
La gente llegó temprano, mucho más que en ediciones pasadas, y el lugar se llenó de esa mezcla perfecta entre emoción y calma. No había prisa, solo la sensación de estar en el lugar correcto, rodeado de gente que, como tú, fue a dejarse llevar por la música y el sol.
La encargada de poner el mood fue Paloma Morphy, y lo hizo con una energía sutil pero poderosa. Su voz suave, entre el pop alternativo y el soul, flotaba sobre un público que la escuchaba con atención. Entre canción y canción, se tomó un momento para hablar sobre la situación de las mujeres en México, un detalle que conectó de inmediato con la audiencia y le dio un toque de reflexión al inicio del día. Fue una apertura delicada, honesta y llena de intención: el tipo de set que te recuerda que la música también puede ser un espacio para decir algo importante.
Con el sol bajando lentamente, pablopablo tomó el escenario y cambió la atmósfera por completo. Su set fue como un atardecer sonoro: íntimo, melódico y lleno de pequeños momentos que te hacían sonreír sin razón. Mientras el público se acomodaba sobre sus mantas, Aperol en mano, sus canciones fluían con naturalidad, creando ese tipo de calma que solo se da cuando todo encaja. Su voz, los acordes, el aire templado… era el soundtrack perfecto para esa hora dorada del día.
Uno de los momentos menos esperados de la tarde fue la noticia de que RØZ no podría llegar al festival debido a un problema con su vuelo desde Phoenix. Aunque muchos esperaban su presentación, el equipo del festival reaccionó rápido y nos regaló un DJ set improvisado que mantuvo el mood arriba. Ese fue el momento en que la gente aprovechó para ir por algo de comer, había para todos los gustos, desde opciones veganas hasta food trucks con tacos, pizzas y postres, mientras otros se quedaron disfrutando de ver como bajaba el sol. Fue un pequeño break en la programación, pero también un respiro para recargar energías.
Y entonces, Caribou. Cuatro músicos en el escenario, una energía expansiva y un sonido que crecía y crecía hasta volverse casi hipnótico. Dan Snaith, con esa mezcla de precisión y calidez que lo caracteriza, entregó un set impecable que se sintió tan íntimo como poderoso. Percusiones en vivo, sintetizadores, luces que acompañaban cada cambio de ritmo… Fue una experiencia multisensorial. La gente bailaba, coreaba, levantaba las manos, y por un momento, todo se alineó. Si antes había quienes no lo conocían bien, salieron del festival con una nueva obsesión. Fue, sin duda, el gran highlight del día.
Pasadas las 9:15, el escenario se encendió con los primeros beats de Disclosure, y el público enloqueció. Aunque algunos esperaban un show más live, lo que entregaron fue una fiesta en toda regla: un DJ set lleno de sus clásicos , “Latch”, “White Noise”, “F for you” mezclados con remixes inesperados y una selección que mantuvo a todos en movimiento hasta el final.
Entre un juego de luces y visuales, que y aunque el formato no fue el tradicional, la respuesta del público lo dijo todo: baile, risas, abrazos y esa sensación colectiva de cerrar el día con la mejor energía posible. Fue el broche de oro para un festival que, pese a algunos tropiezos logísticos, logró lo más importante: crear momentos que se sienten genuinos.
Día de Campo volvió a demostrar que su encanto está en los detalles: en lo íntimo, en lo bien curado del cartel, en lo amable de su ambiente. Sí, hubo filas largas para la comida y las bebidas, consecuencia directa de una asistencia más grande de lo esperado, pero eso también habla de lo mucho que el festival ha crecido y de cómo se ha convertido en una cita obligada para los amantes de la música en Guadalajara.
Al final del día, todos salieron con la misma sensación: la de haber pasado un domingo bonito, relajado, lleno de música y con ganas de que el siguiente año llegue pronto.
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¿Qué te pareció el Día de Campo 2025 en La Reserva Educare?
- Gran energía y conexión de los artistas con el público.
- Opciones de comida y experiencias para todos los gustos.
- Filas largas para comida y bebidas.
- Ausencia de RØZ.