Fotos por: Luis Alberto Pérez López
Entre brasieres de diversas tallas y colores, baños de cerveza y mucho rock and roll se vivió el esperado regreso de CUCA a los escenarios tapatíos en un Guanamor Teatro Studio que lució un lleno total.
Si nos hubieran dicho previo al show que José Fors afrontó una temporada de salud complicada que lo alejó por un largo tiempo de los shows en vivo, nadie lo creeríamos; su entrega, su conexión con el público y esa irreverencia que caracteriza las letras de CUCA hicieron de este recuentro una velada redonda en la que todos salimos satisfechos.
Una noche que prometía ser larga, con un extenso repertorio y donde celebraríamos que CUCA está de vuelta y más vivo que nunca celebrando 33 años de carrera.
En punto de las 21:40 horas, José, Nacho, Carlos Ávilez y Alex Otaola arrancaron las acciones con “Caperucita Roja”. La adrenalina, la emoción y la pasión desbordada hacia los cucarachos se hizo sentir desde el inicio y más cuando el “Hijo del Lechero”, “Que Chingaos” y «Arre Lulú” sonaron.
Visiblemente emocionado, Fors agradecía a su audiencia por la espera, por estar siempre ahí y por ser el público más fregón que existe, demostrando lo gratificante que resulta tocar en casa.
Una mezcla de sencillos de todas las épocas como “Todo Con Exceso” o “Mujer Cucaracha” del año 1993, “Mátame Antes” del 2006 hasta lo más reciente como “No Me Digas Que No” del 2020.
Conforme el tiempo avanzaba, el descontrol aumentaba, las bebidas volaban y las prendas íntimas caían al suelo del escenario, señal que la estábamos pasando de excelente manera.
Los tracks de «La Invasión de los Blátidos (1993)», álbum que cumplió 30 años el año pasado y que tuvo que postergar su fiesta de 3 décadas aparecieron de la mano de “Necesito Cirugía”, “El Mamón de la Pistola” e “Implacable”, esta última acompañada de un solo de bateria de Nacho González que dejó claro porque es uno de los bateristas más poderosos que ha dado no solo esta ciudad, sino todo el país.
El final se veía cercano, por ende, las canciones más emblemáticas llegarían pronto. La primera y con la que fingieron que concluirían las acciones fue “El Son del Dolor”; he aquí donde el slam y los círculos de paz se formaron por distintos puntos de lugar.
CUCA salió del escenario para tomar un breve descanso mientras en el venue nadie se acercaba a las puertas de salida, sabían que faltaba un poco más y al grito de “Cuca, Cuca” se mantenían a la expectativa de que retornaran a cantar unas cuantas más.
Y así ocurrió; primero una tranquila, de las favoritas como “La Balada” para finalizar muy poderosamente con “Alcohol y Rock and Roll”, “La Pucha Asesina” y “Cara de Pizza” en compañía de los Garigoles.
En total fueron 25 canciones y poco más de 2 horas los que disfrutamos de la banda más representativa de Jalisco, o al menos una de las más queridas por todos nosotros.
Cabe destacar que más temprano tuvimos la dicha de escuchar a otra legendaria banda tapatía como lo son Los Garigoles, quienes con sus antifaces y alrededor de 9 temas nos pusieron a bailar e hicieron más llevadera la espera.
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¿Qué te pareció la presentación de CUCA en el Guanamor Teatro Studio?
- El esperado regreso de CUCA a los escenarios.
- La energía de los asistentes y la entrega de la banda.
- Extenso setlist de más de 2 horas.