Ceremonia regresa de manera triunfal; esta vez en la CDMX

Texto por: Ever González.
Fotos por: Jesús Quintero / José Flores / Ever González

El pasado sábado 2 de abril en la CDMX vivimos el regreso de unos de los festivales de mayor expectación a nivel nacional debido a la diversidad de sus carteles, el Ceremonia Festival.

Desde el anuncio de cambio de sede la incertidumbre de como resultaría el movimiento de toda la producción en una nueva sede fue algo que al público lo tenía con algunas dudas, pero la gente originaria de CDMX, bien que conocía que el Parque Bicentenario sería una excelente opción para disfrutar de este festival.

Desde el medio día la multitud se estaba dando cita en las cercanías del venue, por las calles aledañas se podía visualizar la alegría de la gente de volver  a un festival y cómo no, si en esta edición armaron un cartel para todos los gustos.

En la entrada del Parque se encontraban los ya entrañables puestos de vendimia ofreciendo los ya tradicionales productos de las agrupaciones a presentarse, la playera del Wu-Tang Clan, la taza de C.Tangana y hasta la gorra de Natanael Cano eran algunos de los productos existentes. Con la ya clásica chela banquetera en el establecimiento de enfrente, la mayoría de los asistentes estaban calentando motores ante el sol que estaba llegando a su punto máximo.

Otros detalles que no podía faltar fue el «Te lo compro, te sobran, te lo vendo» como en un evento de tal magnitud no pueden faltar los revendedores, un mal que siempre ha acechado a la industria del entretenimiento. 

Pasadas las 16:30 hrs nos dirigimos al Escenario Corona para disfrutar de Drama el dúo de Chicago formado por la productora Na’el Shehade y la vocalista y compositora Via Rosa, los cuales pusieron a bailar a los asistentes con sus ritmos que abarcaron una mezcla de R&B y dance, agradecemos este tipo de propuestas.

Una de las presentaciones más esperadas fue la de los bielorrusos de Molchat Doma, la presencia de Egor, es tan llamativa que no puedes dejar de tomar detalle de su manejo de escenario, entre la pista del sintetizador, la guitarra de Roman y el bajo de Pavel, se ganaron el cariño de sus fans y no tan fans. El “Tanzevat”, “Tocka”, y claro, “la rola del Tik Tok” como muchos la han bautizado, “Sudna“ son algunos de los temas con los que nos deleitaron, no cabe duda que el post punk de aquellas región europea es de gran calidad.

Las distancias entre escenarios fue algo adecuado debido al manejo de las vías de acceso, no cabe duda que el peregrinar era algo que se extrañaba, el ver pasar a la gente con la ilusión de llegar al escenario y presenciar de su artista favorito no tiene precio, el encontrarte en el camino a aquella persona que no imaginaste ver de nuevo y mucho menos en un festival, con este mood regresamos al escenario corona para presenciar de la rapera mexicoestadounidense Snow Tha Product, un show con el flow femenino a tope, eso le permitió conectar inmediatamente con la audiencia. Sus letras hablan principalmente de confesiones, esto aunado a la compañía de bailarines, hicieron que su presentación fuera redonda.

Nicki Nicole conquistó a los asistentes a cada momento, desde el principio hasta el final, con esa voz que enamora y su flow particular. La argentina comenzó con temas animados de su reciente álbum como Colocao o  Mala Vida. Explosiva, Nicki Nicole levantaba el ambiente acompañada de sus bailarines que se movían en perfecta sincronía junto a ella. Sin embargo, también hubo momentos de calma y emoción. Nicki Nicole brilló. Todos los asistentes extendían sus manos de lado a lado. Una de las grandes sorpresas del concierto fue la aparición de Trueno en el tema “Dangerous” junto con la invitación a dos fans a bailar cumbia junto con ella.

La noche ya había caído y era el momento preciso para ponernos en el mood de fiesta regional mexicana, algo que tenemos que destacar fue el sonido y las pantallas que en esta ocasión acompañaron a Natanael Cano, el cual fue recibido de cierta manera con gran morbo por parte de los asistentes, no defraudo al contrario con la frente en alto dio un show acorde a lo que es el actualmente es, el máximo exponente de esa corriente denominada como corridos tumbados.

Ver en vivo a Cano junto su grupo, es en realidad como ver a dos artistas. Por un lado está el rapero con canciones de trap, y por otro el joven norteño admirador de los corridos que ha llevado este género a nuevos terrenos con canciones con letras explícitas y guitarras tradicionales.

No dimos una escapada de rápido para ver a la nicaragüense Tokischa en el escenario Traición, por sonido, por imagen, por actitud, su advenimiento representa un nuevo orden. Su impacto ha sido tan poderoso que conquistó inmediatamente al público con sus mensajes de empoderamiento femenino. Sus letras son muy callejeras, crudas y explícitas, sin temor a los que digan los demás, ella es una de las nuevas revelaciones del género urbano latino.

Llegaría el turno de Nathy Peluso quien irrumpía en escena en ese momento para presentar su último álbum, llamado Calambre. Peluso iba por todas comenzando con grandes hits de su nuevo trabajo: “Celebré”, “Sana Sana” y “Buenos Aires” sucedían una tras otra casi sin descanso, con un público totalmente entregado. La energía que se respiraba era tan potente como la de una manada de lobas en plena luna llena, y qué mejor luna que la de la CDMX.

Sobre el escenario no le acompaño ningún bailarín, pero es que sencillamente no lo necesita. De hecho, parecía demasiado incluir bailarines a su show. Nathy sabe perfectamente cómo comerse el escenario con sus movimientos, a veces más agresivos, a veces más sutiles.

Luego siguió el turno de C. Tangana que venía precedido de unas exitosas presentaciones en el Vive Latino y Pal Norte. C. Tangana juega con la sociedad del espectáculo y con una propuesta que mezcla la música con el cine y el teatro. El artista se ve pequeño en persona, pero el artista a través de la imagen, que es lo que ha empleado Tangana toda su vida, se ve gigante, acaparando todas las miradas.

Sabiendo que tiene sentados a la mesa a artistas que son historia de la música española y el presente de la música en Latinoamérica. Habrá quien diga que no es para tanto. No les crean, se equivocan. Son los mismos que, hace cinco años, dudaron de él. A la gente que no arriesga le cuesta muy poco equivocarse.

En esta ocasión tuvimos la oportunidad de presenciar en vivo colaboraciones con Ed Maverick en “Párteme la cara“ y  “Ateo“ con Nathy Peluso, además  de “100k pasos“ un cover de Agorazein su antigua banda junto con Álvaro Díaz.

Llagaría uno de los momentos cúspide del festival, la leyenda originaria de State Island, Wu-Tang Clan se hacía presente en CDMX de nueva cuenta, con anterioridad los organizadores anunciaron que seria full crew, no como en aquella ocasión del 2016 en el House Of Vans, lo cual no fue así, ya que faltaron Ghostface Killah y Raekwon.

Una W en todo su esplendor se mostraba en la pantalla del escenario, la cual anunciaba que el grupo estaba listo por aparecer, fue tanta la expectativa de su visita, que la mayoría de la gente estaba engalanada con playeras de la banda, snakers de moda y todo lo que rodea a la escena hip hop.

Hablar del Wu es sinónimo de calidad, y así sucedió, repasando éxitos como “Bring da Ruckus“, “Shame on a Nigga“,   “C.R.E.A.M.“, “Wu-Tang Clan Ain’t Nuthing ta F’ Wit“ y “Method Man“ por mencionar algunas.

Las manos en el aire no pudieron faltar, así como el moshpit y el unísono de la gente Wu-Tang, Wu-Tang,Wu-Tang.

Tan divertidos estaban los miembros de la banda, que hasta un cover de The Beatles se aventaron “Come Together“ y otro de Nirvana “Smells Like Teen Spirit“. 

Young Dirty Bastard, el hijo del difunto Ol ’Dirty Bastard, también estuvo presente en el escenario para interpretar parte del repertorio de su padre en canciones como “Shimmy Shimmy Ya“, “Brooklyn Zoo“ y “Got Your Money“.

El Wu-tang logro una presentación llena de misticismo y beats crudos, aunado a un gran manejo del escenario y del liricismo con lo cual lograron que nos trasladáramos a una calle neoyorkina en un gran lapso de la noche.

El hijo pródigo de Harlem, A$AP Rocky fue el encargado de cerrar el escenario Corona, el publico en su mayoría  eran jóvenes dispuestos a dar el último estirón a este maratónico festival.

Desde los primeros beats, todos sabíamos que se avecinaba un huracán y no en el sentido literal, más allá de su fabuloso show al ritmo del trap y hip hop donde puso a todos sus fans a bailar y saltar, ASAP Rocky supo ganarse el corazón de quienes se encontraban en el parque bicentenario en ese momento.

A$AP priorizó sus canciones más populares y psicodélicas como  “L$D” o “Wild for the Night”, “Praise the Lord” y “A$AP Forever”.

No cabe duda que esta edición del Ceremonia fue espectacular en varios sentidos, a la salida se notaba el cansancio de las personas pero a su vez una alegría en sus rostros de haber estado presentes en el festival.

La zona gastronómica con gran variedad y bien iluminada, algunas activaciones de patrocinadores que no pueden faltar, el sonido y la iluminación de los escenarios es algo a destacar así como algunos detalles que fueron llamativos para los asistentes.

Se respetaron los horarios, no hubo cancelaciones. Nos vemos en el 2023 sin dudarlo.

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