Texto: César Ruiz.
Fotos: Diana Torres.
Sin más aspavientos que Daniel Cavanagh saliendo del fondo del escenario con su guitarra electroacústica, así fue como dio inicio la gira Acoustic Resonance en Latinoamérica, teniendo como sede la ciudad de Guadalajara y el C3 Stage. “Springfield” fue el tema que sirvió como abridor y para sentar el mood de lo que sería una noche emotiva y por momentos contemplativa.
Formados a principios de los años 90’s en la ciudad de Liverpool, Anathema fueron pioneros de la música heavy melódica, influyendo en un gran número de bandas, y experimentando con varios géneros, aunque con cierta cercanía al gothic y el doom, sin embargo, y fieles a su constate búsqueda de renovación, esta vez venían presentando temas de todo su repertorio en su formato más embrionario. Fue así que para el segundo tema de la noche apareció el hermano menor, Vincent Cavanagh, también acompañado solo de una guitarra electroacústica, para interpretar junto con Danny un convincente combo de los temas “Untouchable” pt. 1 y 2, que fueron ampliamente coreadas por el público.
Daniel estuvo echando mano de algunos efectos de loop en su guitarra, incluso palmeando la madera a modo de percusión con el fin de redondear un poco más el sonido de temas complejos sónicamente como “Thin air”. La noche dio paso entonces a la parte melancólica del setlist, de la mano del mismo Daniel en el piano interpretando “Flying” o “Temporary peace”.
Uno más de los motivos de la gira de Anathema era celebrar los 20 años de su disco Alternative 4 catalogado por la crítica como uno de sus más experimentales hasta ese entonces (1998). Y como parte de la gira venia acompañándolos precisamente Duncan Patterson en el bajo, quien se les unió en “Shroud of false”, primer tema que interpretaron del mencionado álbum.
Esta alineación sería la definitiva, y no desaprovecharían la ocasión de visitar algo de su catálogo más obscuro como “Destiny”, cerrando la primer parte de su presentación con otro combo progresivo, pero ahora con la trilogía de “Eternity” pt. 1, 2 y 3.
En el encore se mostraron complacientes, ya que regresaron para deleitar a los presentes con dos covers, “High hopes” y “Eleanor Rigby” respectivamente, no creo que haga falta mencionar a sus autores. Así transcurrió la velada, si bien por momentos se extrañaba el sonido de la banda completa en algunos temas, a otros les favorecía el intimismo de los arreglos, quizá haya opiniones divididas, pero sin duda fue una oportunidad única de apreciar la música de esta banda como pocas veces la escucharemos.
Coméntanos y califica abajo ¿Que te pareció el concierto de Anathema en el C3 Stage?
- Interacción inicial de Daniel con el público.
- El encore.
- Venue poco saturado y con buena atención.
- Algunas fallas con el audio.
- Intervenciones de Daniel para silenciar a los más platicadores.